Sunday, September 03, 2023

EL HOMBRE MONO

 De él dicen que tiene rasgos mezclados…

Cara de caballo y boca de mono. Supongo que la de un chimpancé…Podría ser la de un gorila…

Es una cuestión física o estética, no de carácter, de forma de ser, bondad, etc…

Tanto tiempo escuchando esa descripción física de mi persona ha calado en lo más profundo de mi ser, de manera que cuando mi reflejo se materializa en un espejo o un cristal, lo que veo no me gusta demasiado.

Y quiero matizar esto último porque creo que es importante.

El hecho de que lo que vea no me guste no me parece ni importante, ni mucho menos preocupante. Es decir, no produce falta de seguridad, desconfianza, pesar o algún tipo de sentimiento negativo. Todo lo contrario, ya que, al menos yo, lo interpreto como un baño de realidad, y eso, aunque no lo parezca, me hace tener los pies en la tierra.

Como digo yo: -se lo que veo cuando me miro en el espejo, no he sido agraciado por la Naturaleza con una imagen favorable, pero considero que tengo otros atractivos o virtudes. Sinceramente, no es algo que me preocupe lo más mínimo.

Ahora bien, la idea fuerza que quiero transmitir con este post es acerca de el poder y la influencia de esos mensajes que muchas veces lanzamos al exterior sin ser conscientes de las consecuencias que originan en los receptores de los mismos.

-Eres idiota!!!! Eres idiota!!!!….(Lo siento tanto Hellen…)

Cuando, de forma recurrente, le decimos a alguien (normalmente cercano o de nuestro círculo más íntimo) algo negativo o positivo, podemos influir en que esa idea cale en lo más profundo de su personalidad, convirtiéndose en una verdad inalterable que siente las bases de lo que esa persona crea de si misma.

Por ello es tan malo decirle a alguien que es feo, bajo, gordo, flaco, tonto, lento, etc, etc….(cuando en la mayoría de los casos no es cierto), como decirle que es bueno en algo, atractivo, bueno, alto, fuerte, simpático, etc, etc….

LAs ideas fuerza deben ser empleadas en modo, tiempo y forma adecuados para que tengan el efecto positivo deseado en ellas. Su uso y abuso desmesurado no consiguen más que un efecto muy negativo.

De igual manera, cuando le dices a una persona que esté tranquila, que confíe, que tenga paciencia, que la quieres, que es lo más importante, etc, pero lo haces en un mar de dudas e inseguridades o en unas condiciones psicológicas, digamos…, alteradas o poco asentadas…, estás haciendo que esa persona receptora del mensaje…., lo interiorice y acabe creyendo lo que dices, haciendo suyo el mensaje y convirtiéndolo en real, relacionando y vinculando cada gesto, detalle o palabra a esa idea fuerza.

Eso, si no tiene un desenlace que satisfaga las expectativas de la parte receptora…., se convierte en una explosión traumática para la misma, creando gran confusión, inseguridad, pesar, dolor y , al fin y al cabo, un gran malestar.

De todo esto se extrae ( o al menos yo lo hago ), que siempre que podamos, debemos analizar lo que decimos a las personas con las que interactuamos, bien sean familia, pareja, amigos, o compañeros de trabajo. Ya que no sabemos el transformo de nuestras palabras y sus posibles efectos.





Monday, August 14, 2023

WALK A MILE ON MY SHOES

 Siguiendo el hilo del post anterior, la letra de Joe South le viene como anillo al dedo.

Quizá como un complemento a lo que trato de expresar en el mismo.

Recomiendo escuchar la versión de Elvis en su época de conciertos en Las Vegas.

If I could be you, if you could be meFor just one hourIf we could find a wayTo get inside each other's mind, uh huh
If you could see you through my eyesInstead of your egoI believe you'd be, I believe you'd beSurprised to seeThat you've been blind, uh huh
Walk a mile in my shoesJust walk a mile in my shoesAnd before you abuse, criticize and accuseJust walk a mile in my shoes
Now, if we spend the dayThrowing stones at one another'Cause I don't think, 'cause I don't thinkOr wear my hair same way you do, uh huh
Well, I may be common peopleBut I'm your brotherAnd when you strike out through tryna hurt meIt's hurtin' you, Lord have mercy
Walk a mile in my shoesJust walk a mile in my shoesYeah, before you abuse, criticize and accuseJust walk a mile in my shoes
Now, there are people on reservationsAnd out in the ghettoAnd brother, thereBut for the grace of GodGo you and I, uh huh
Uh, if I only had the wingsOf a little angelDon't you know I'd flyTo the top of the mountainAnd then I'd cry, cry, cry
Walk a mile in my shoesJust walk a mile in my shoesYeah, before you abuse, criticize and accuseWalk a mile in my shoes
Walk a mile in my shoesJust walk a mile in my shoesYeah, before you abuse, criticize and accuseWalk a mile in my shoes



Monday, August 07, 2023

TRES LUNAS

El pueblo Sioux tiene un proberbio que reza de la siguiente manera:

 "...Antes de juzgar a un hombre..., camina tres lunas con sus mocasines..."

Creo que se ajusta perfectamente a la realidad. A mi realidad...

En este último año he pasado de ser prototipo de héroe, persona fiel a sus principios, valiente, generoso con sus pensamientos, decidido, audaz,,,; a ser también cruel, insolidario, no empático, miserable, impropio, desleal, mentiroso, traidor, culpable...

Algunas personas de mi entorno me han juzgado para bien y otras lo han hecho de forma negativa.

Qué decidió el lado de la balanza, no fue más que el interés personal de aquellos que emitían sus juicios, su cercanía hacia la postura elegida, afinidad, etc...

Es decir, si de alguna manera el hecho de ser una gran persona repercutía de forma directa, indirecta, superficial, de rebote o como queramos definir, en ese caso, el juicio era positivo.

Pero si por el contrario, nos encontrábamos en la parte afecada, bien de forma directa o igualmente de forma fortuita, entoces el juicio era en mi contra.

Por tanto, creo que al final lo que mis semejantes han juzgado ha sido, en cierto modo, mi prestigio, que no es ni más ni menos que la idea que otros tienen sobre mi.

En los tiempos que actualmente vivo, me importa mucho más lo que mi conciencia dice sobre mi, ya que ella es la voz de lo que yo realmente considero que soy. Eso sí que importa.

Que fácil es emitir juicios de valor cuando son otros los que se exponen al fuego o a las flechas...

Que fácil es valorar y opinar a pesar de que se quiera hacer con buena fe.

Tres días andando con mis mocasines, o tres millas...

Bajo mi piel.

Solo yo se lo que he tenido que pasar y soportar en este tiempo como para que la opinión de los demás tenga algún efecto sobre mi. Pero no niego que alguna consecuencia produce.

Fui un héroe. Un valiente que no dudó a la hora de quemar sus barcos como si de Hernán Cortés se tratara, quedándome prácticamente sin nada, sin vida, sin recuerdos. Casi sin pasado.

Cierto es que el hecho de quemar las naves abría un nuevo futuro, un nuevo mundo elegido por mí con ilusión y algo de temor...

Pero quien dio el paso fui yo. Nadie más. 

Nadie sacrificó lo que yo por una idea, un proyecto, un sueño....

Y me juzgaron por ello. 

Los hubo que para bien y también aquellos que querían mi cabellera o mi piel colgada en el palo más alto de esas naves...

"Escucha a tu corazón y ten el valor de hacerle caso"...

Eso hice. 

Y todos los que me juzgan es muy probable que no tengan el valor de dar semejante paso en su vida. Incluso cuando todo indica que el paso sea el correcto.

Yo lo di y me juzgaron por ello.

Lo he vuelto a dar y he vuelto  aser juzgado igualmente.

Ahora aquellos que me llamaron héroe, me llaman villano, vil, impropio, indigno, mentiroso, cobarde...

"Al enemigo que huye..., puente de plata".

Y es que no nos gusta escuchar aquello que no queremos oir. Aquello que duele, que nos es desfavorable.

Aquello que no entendemos y preferimos juzgar antes de hacer el esfuerzo de comprender. 

De andar tres lunas con mis mocasines.

De cargar un poco la cruz que elegí portar...

Estoy un poco cansado de que la gente me juzgue cuando muchos de los que lo hacen no se enfrentan a cuestiones importantes de su vida. Quizá duden a la hora de comprar la cerveza de oferta, o elegir entre McDonalds o BK...

Cosas así...

Y la verdad es que me importa bien poco lo que la gente piense, diga, valore o juzgue, porque ninguno está bajo mi piel. Ninguno estuvo a mi lado cuando veía como los barcos se reducían a cenizas...

En reladad me importa una puta mierda, pero hemos hecho esto de manera que es difícil que, a pesar de todo, te afecte de alguna manera.

Aprendiendo a aceptarlo, a aceptarme y a superarlo estoy.

Somos adultos. Somos responsables. O eso se espera de nosotros...

Debemos asumir nuestros actos. Eso es algo que siempre he hecho y que nunca he pretendido que fuera de forma diferente.

Pero de igual manera, quienes han permitido a la pasión que se exprese sin tapujos, tambien deben asumir sus acciones.

Creo que es lo justo.



Friday, August 04, 2023

CARTAS

 Las escribes concienzudamente tratando de explicar en cada una de ellas qué sucede en cada momento, que te traes entre manos, que te preocupa o ilusiona...

Colocas en ellas la fecha e incluso el lugar, porque muy probablemente ese detalle sea importante y no quieres que pase desapercibido. Probablemente le de sentido a lo que escribes o explicas.

Al escribir las cartas, te gusta comenzar con un tono cariñoso hacia la persona que le escribes, haciendo también una pequeña presentación, como si eso fuera realmente importante .

Y no lo es en absoluto.

Hay que escribirlas de puño y letra, porque en el gesto físico de escribir está la esencia de la misma. Es  durante ese proceso cuando la escritura y tus pensamientos confluyen en un mismo punto, en un mismo estado que te ayuda a plasmar y a soltar lo que en esos instantes ocupa tu mente.

Y no suelo hacerlo de cualquier forma y con cualquier cosa, no!. Es necesario emplear un papel adecuado, que no sea uno cotidiano o de uso común. Y tus sobres, lacre, cordón, cinta de colores, etc, que cierran y mantienen en secreto tus palabras.

Y es que una vez cierras el sobre, aquello que has escrito permanece allí guardado y , en cierta manera, un poco menos en el interior de tu cabeza. Aunque no siempre funciona,  no es infalible al 100%. Porque nada es infalible.

En esas líneas que escribes con tu pluma o tu bolígrado preferido, ese que te da el trazo cómodo, con suavidad y limpieza. El que parece una extensión de tu propia mano y que de forma autómota es capaz de dar imagen a tus pensamientos.

Te gusta sentir cómo el papel se hunde ligeramente ante la presión de la punta y como suena cada trazo, emitiendo un sonido que tranquiliza y serena..., que da cierta paz.

A veces son cartas muy cortas, donde todo se resume de forma práctica en unas ideas muy claras que quieres enviar. Otras se quedan a medias porque en el proceso de la escritura, la inspiración te abandona y te quedas vacío de ideas que no te permiten acabar. Sin embargo, hay otras largas, que requieren de mucho tiempo, ya que durante la escritura necesitas parar a pensar y decidir qué escribes y cómo lo haces.

En todas ellas hay un importante matiz que es común, la sinceridad.

Es plena.

No hay medias tintas, palabras ambiguas, no hablas entre líneas, porque dices la verdad. Tu verdad.

Esa que quieres contarle al destinatario de la carta. Y para ello empleas las palabras que quieres emplear, sin miedo a causar malestar, daño o incomodidad. La verdad tal y como es...

Este es un detalle importante de estas cartas, ya que no siempre podemos ser tan claros, transparentes o sinceros con esas personas a las que escribimos.

Llevo muchas cartas escritas ya. Quizá demasiadas. Algunas han sido abiertas y releídas, ofreciéndome la posibilidad de valorar si algunas decisiones o acciones de mi vida fueron correctas, satisfacieron mis expectativas, causaron agravio, o cualquier otra información importante que necesitara en un momento dado.

Otras han sucumbido al fuego purificador, en un gesto casi ceremonial donde la destrucción de la carta forma parte de un proceso de pasar página. 

También están las que nunca más se vuelven a abrir y acaban en el olvido de una caja.

Todas sin excepción cumplen una función. Todas son válidas y todas y cada una de ellas genera un efecto cuando es escrita.

Y siempre nos queda la duda de si esa carta que ahora escribimos, la entregarems a la persona a quien va dirigida. Escribimos con el convencimiento de que no sucederá, pero, no obstante, dudamos siempre de esto último. 

A pesar de ello, la escribimos.

Ninguna se entrega o se envía.

Así de simple.




Tuesday, June 13, 2023

LA PLAYA

 Estar allí sobre la arena caliente te recuerda que debes elegir bien tu camino y que no debes moverte de forma imprevista si no quieres quemarte los pies.

Sentarte cerca de la orilla te proporciona una tregua ante el intenso calor de las lánguidas tardes de verano..

La brisa que viene del mar te refresca cuando te golpea la cara y baña tu cuerpo como si de un paño de agua fría sobre tu frente aliviara la fiebre.

El sonido del mar…, respirar el yodo y la sal…

Todas estas son sensaciones corrientes y muy comunes en zonas donde la presencia del mar es habitual y  cotidiana. Un privilegio que muchas veces pasa desapercibido por acción del frenético ritmo que la vida nos impone o que simplemente nosotros nos exigimos.

Cuándo fue la última vez que nos paramos a pensar en nada, a simplemente sentarnos frente a ese mar insondable e infinito, solo por el hecho de buscar y encontrar calma y sosiego a nuestros pensamientos? Yo casi no lo recuerdo.

Vivir intensamente no tiene por qué llevar aparejado el tener que estar haciendo cosas constantemente sin parar, evitando disfrutar realmente de aquello que nos traemos entre manos, actuando casi de forma autómata dentro de un universo que simplemente escapa de nuestro control.

Vivir así no es sinónimo de vivir intensamente, no significa que le estemos sacando el jugo a la vida y muy probablemente nos haga entrar en una espiral negativa de necesitar encontrar cada vez más sensaciones y cosas que hacer, pero realizando cada una de elllas como si de una lista de tareas se tratara.

Encontrar nuestro PACE real, definir nuestros TARGET’s, establecer nuestra estrategia de vida…, algo que a priori parece sencillo pero que si nos paramos a analizar detenidamente, es algo que muy pocas personas tienen claro, limitándose a responder con conceptos muy generales y poco definidos.

Buscar y encontrar el sentido a nuestra propia existencia, a nuestra vida.

Quizá y solo quizá, esa playa y el mar, sean un buen punto de partida para comenzar a buscar…


“El ánimo que piensa en lo que puede temer, empieza a temer en lo que puede pensar”.

Tuesday, May 16, 2023

EL PAJARO CARPINTERO

 Constantemente se le puede escuchar si uno se adentra en un bosque. En esos en los que habitan de forma ausente a la presencia del hombre.

Cuanto mayor densidad de árboles, el sonido de su laborioso e incesante golpear de la dura corteza, se hace mucho más sordo, inundando completamente el ambiente, que, cuando es húmedo, magnifica aún más si cabe, el retumbar de la madera al irse pulverizando en forma de diminutas astillas.

Cada golpe es una pequeña colisión en si, que esta pequeña criatura consigue realizar sin sufrir daños importantes en su cerebro, puesto que el movimiento de su cabeza, a la par que su duro pico, reciben la energía del impacto.

Toda una vida dando golpes y no sufrir un daño severo por ello es, cuanto menos, digno de observación y estudio, de análisis y , por qué no decirlo también, de sana envidia.

Si comparamos el repiqueteo del bosque con ideas que constantemente proyectamos, repetimos e incluso rumiamos a diario de forma constante, es posible que ese "ruido mental" que no forma astillas ni horada la corteza de árbol alguno, permanezca en el interior de nuestra cabeza (en este caso, nuestra mente) y acabe ocasionando daños de difícil arreglo o simplemente se encarguen de hacer nuestra vida diaria mucho más dura y dramática.

No tenemos el pico del pájaro, ni su sólido cráneo para poder disipar la energía (en este caso dañina) del interior de nuestra cabeza, consiguiendo concentrar una gran cantidad de pensamientos negativos que acaban revertiendo en daños físicos de nuestro organismo. 

Valga como ejemplo eso que llamamos el estrés y que viene ocasionado por una situación psicológica que ocasiona que nuestro organismo produzca determinadas sustancias que dañan e intoxican nuestros sistemas, pudiendo ocasionar problemas hormonales, pérdidas de pelo, manchas en la piel, pérdida de peso, y un largo etcétera que la medicina se ha encargado de descubrir, diagnosticar y tratar a diario. 

No deseo extenderme mucho en este asunto porque ni soy médico ni se nada del tema que no sea algún artículo de divulgación científica, podcast o libro de autoayuda., pero dicho queda que: lo que se "cocina en la mente" acaba afectando al organismo tanto para bien como para mal.

Qué decir de este casi último año de mi vida. El año del cambio, del tsunami emocional y mental, del miedo y de la emoción por el riesgo, de la ilusión y de la esperanza en descubrir cosas nuevas. Cambios acontecidos por decisiones tomadas con reservas y determinación a partes iguales, quizá un poco "narcotizado" por ese bloqueo de nuestra capacidad de razonar de forma objetiva e imparcial fruto del enamoramiento...Al fin y al cabo decisiones pensadas y meditadas en forma y cantidad acorde al momento en que se tomaron.

Es curioso cómo la vida se vive de forma diferente cuando eres un espectador que ve la vida de otros desde una ventana, o la pantalla de una televisión, siempre con la seguridad que te ofrece el tiempo y el espacio, de manera que esa seguridad es casi total al considerar que nada de eso que ves te puede llegar a afectar de forma directa.

Cuando eres tú el personaje que interactúa al otro lado de la ventana y de la pantalla, la cosa cambia por completo, ya que el frío de la realidad y la contundencia de su golpe se siente hasta la médula de los huesos, llenando tu cuerpo de una especie de lodo o lava viscosa que no solo te ahoga, sino que también te dificulta el movimiento, casi como si de una mosca atrapada en un tarro de miel se tratara...

Sin embargo, las malas situaciones a las que frecuentemente nos expone la vida, muchas de las cuales escapan de todo control posible por nuestra parte, en cierta manera nos empujan a que demos un paso hacia atrás y tomemos un poco de perspectiva que permita analizar qué nos está sucediendo y cómo estamos reaccionando ante ello.

Mis últimos seis meses y pico fuera de mi lugar de residencia, de mi entorno seguro, mis hijos y otra familia, me han proporcionado una pequeña tabla de salvación en medio de un vasto y embravecido océano de dudas, sentimientos, sensaciones contradictorias, inseguridades, sentimiento de culpa y todo ese incesante repertorio de ingredientes propios de una pizza de desdicha y tristeza...

Esa tabla no ha sido realmente una plataforma sólida y estable que me proporcionara la serenidad necesaria que mi convulsa mente necesitaba, sino que más bien se ha tratado de un resto a la deriva que apenas me ha mantenido a flote pero que a las primeras de cambio se tambaleaba de forma súbita para volver a terminar en el agua a merced de la mar. Lo justo para flotar, tomar aire y seguir resistiendo el embate de las olas que no dejaban de impactarme cada día.

Últimamente he repetido mucho la frase de que "nada dura eternamente", empezando por la propia vida y terminando por el recuerdo de quiénes nos precedieron, las ideas o incluso la propia música. Y es que el tiempo ha pasado y ese pedazo de madera flotante se ha desecho en astillas que ya no pueden mantenerme a flote por más tiempo (en este caso el tiempo de estar fuera y en un entorno controlado como si del mismísimo Show de Truman se tratara ha llegado a su fin), debiendo ahora volver a nadar por mi mismo y enfrentarme a ese mar imponente que me rodea. Es como volver a la vida real tras un período de vacaciones, aunque la alegoría en este caso no es la más apropiada ni la que mejor se ajusta a la realidad.

Y es que aquellos con los que últimamente convivo y comparto mis días me miran incrédulos cuando les digo que un día, cuando menos nos lo esperamos, giramos una esquina y nos encontramos con nosotros mismos de frente pero habiendo pasado un importante número de años, habiendo pasado gran parte de nuestra vida. Solo depende de nosotros que al encontrarnos de frente con ese yo, le podamos decir: -Qué?, Guay, no?-, porque en ese justo momento ya no podremos volver atrás a cambiar nada que hayamos hecho, o que por el contrario, dejáramos de hacer.

La perspectiva de estos meses, a pesar de verse ensombrecida por numerosos hechos (digamos negativos), el permanente bloqueo mental en el que me he encontrado, así como el auto-sabotaje impuesto a modo de castigo, ha permitido que, en determinados momentos de claridad, tomara conciencia de lo que me sucedía y de lo que me podría llegar a suceder si persisto en ese tipo de conducta destructiva. Uno no solo se daña a si mismo, sino que también lo hace a quiénes le rodean, le quieren y tratan de hacer lo posible por ayudar en estos duros momentos.

Nada mejor que un chapuzón en la helada agua de la realidad para tener que reaccionar y empezar a tomar acción en todo aquello que solo nosotros podemos y debemos hacer para seguir adelante sin que la mente y la salud nos pasen facturas difíciles de pagar.

Y en todo este tiempo, la criatura que permanece decidida picoteando la corteza del árbol, no solo ha sido capaz de construir uno de los mejores refugios que puede haber en la naturaleza, sino que ha inundado el ambiente con ese sonido que ayuda a desconectar la mente de cuerpo proporcionando paz.



Friday, January 13, 2023

ALUDES

 Dicen que aquellos que han sobrevivido a uno, o lo han presenciado en primera persona, pudieron experimentar la grandeza y la asombrosa fuerza de la naturaleza, que a su paso lo arrastra todo y destruye todo aquello que se encuentra a su paso.

NO solo arrastra materiales y escombros sino que dependiendo del tipo que sea y de la naturaleza del mismo, es capaz de desplazar grandes masas de aire en forma de onda de choque o blast, que golpea de forma seca, contundente, sorda y letal.

Esa onda es capaz de destrozarte por dentro.

Es capaz de partirte.

Capaz de sesgar toda esperanza, todo aliento de vida.

Anula tus sueños, tus proyectos, tus ganas de sonreír y de levantarte de cara hacia la vida, retándola cuando nos ofrece obstáculos y desafÍOS...

Podría decirse que casi te anula como persona, haciendo que desciendas a las cloacas de tu propia existencia, a tus miserias, tus complejos, tus miedos y, al fin y al cabo, todo aquello que tratamos de enterrar en nuestro paso por este mundo para que esa estancia sea lo más grata posible.

He presenciado tres aludes en la montaña, donde uno me afectó de forma directa, pero siendo este de una colada de fusión, con velocidades bajas, apenas tuvo consecuencias. Los otros los vi desde la la seguridad que proporciona la distancia, siendo realmente destructivos.

He notado varias veces ese blast que te saca el aire del pecho, de las cavidades sinusales, golpeándote como una coz fuerte y seca, que te aturde y te deja el cerebro rebotando dentro de tu propio cráneo...

Mi situación personal lleva varios meses siendo de forma complicada y en ocasiones muy difícil, combinando días muy malos con otros malos y alguno menos malo. No consigo encadenar varios buenos y convertirlos en una racha que permita  olvidar todo el dolor de lo sucedido, siendo capaz de separar lo que hiere de lo bueno, tal y como se separa la paja del grano...

Pero no lo consigo.

Progreso por aristas, laderas suaves y otras expuestas, para que, de vez en cuando, un alud se desencadene a mi paso y su blast me sacuda, quedando aturdido y confuso, para acabar recordando lo que he hecho, cómo lo he hecho y sus consecuencias.

Empiezo a pensar que no es posible perdonarse a uno mismo cuando se hace algún mal a otra persona.

Otro blast acaba de golpearme para dejarme claro que es cuestión de palabras y de tiempo el que pueda volver a la casilla de salida y regresar al dolor, a la culpa y a la necesidad de devengar algún castigo que apague esa culpa.

Hay días que me gustaría ser una gran roca, en mitad de un valle, o en una ladera. Una roca que no se mueve, que no habla, ni piensa, ni siente ni padece. Simplemente está.

A veces solo quiero estar, pero ni siquiera eso  consigo.

Saturday, October 15, 2022

ADRIFT

 He navegado por tantos mares y  océanos .

Millas interminables que acababan regalando las puestas de sol más increíbles, los colores más tenues, los rojos más tostados.

Aguas calientes y quietas como el vidrio, que reflejaban el cielo, las nubes, el azul, el gris...

He navegado por mares convulsos, que arreciaban espuma y viento, sal, humedad y frío. Mares que formaban montañas gigantes que sucumbían a su propio movimiento.

Y así me encuentro ahora, en medio de un océano que no anuncia tierra firme, una costa, un pedazo de roca flotando o una pequeña isla donde arribar cuando, exhausto, no puedes mantenerte a flote y necesitas descansar.

Somos lo que nuestros actos dicen de nosotros, ya que por mucho que queramos adornar con palabras nuestra existencia, solo los hechos que nos preceden, pueden hablar de manera objetiva sobre nuestro papel en la vida. Nuestras acciones, meditadas o no, justas o crueles, involuntarias o planeadas, llevan asociadas el peso de la responsabilidad, el hecho de que cualquier acción tiene como consecuencia una reacción.

No podemos manipular nuestro entorno y esperar que los cambios no nos afecten o tengan consecuencias sobre nosotros. No debemos asumir responsabilidades que se escapan a nuestro control y que pueden volverse en nuestra contra por una mala gestión de nuestros sentimientos, deseos o decisiones .

Y sigo flotando en el más vasto de los océanos, donde la calma no mueve una mísera gota de aire, donde no hay olas, ni peces, ni barcos lejanos que cortan el agua. Flotando solo, perdido y confuso, tratando de decidir hacia dónde está el Norte, hacia donde nadar para poder llegar a la orilla de la serenidad.

Nos enseñan a asumir nuestras responsabilidades, a tener paciencia y serenidad para aceptar las cosas que no podemos cambiar, fuerza para cambiar todo aquello que si podemos pero no estoy seguro de poseer la sabiduría necesaria para reconocer la diferencia.

Y mientras, sigo flotando...

Tengo frío...


Wednesday, July 13, 2022

SEPARATE WAYS

 Hace mucho tiempo que no paso por aquí.

De hecho no pensaba que pudiera volver a hacerlo, pero la vida no deja de sorprendernos y darnos lecciones cada día. Lecciones que ponen de manifiesto lo efímeros y volátiles que podemos llegar a ser, lo poco que influimos en todo lo que nos sucede y como, en la mayoría de las ocasiones, no controlamos una puta mierda en todo aquello que sucede a nuestro alrededor.

SEPARATE WAYS
I see a change is coming to our lives
It’s not to same as it used to be
And it’s not too late to realize our mistake
We’re just not right for each other
Love has slipped away left us only friends
We almost seem like strangers
All that’s left between us are the memories we shared
Of times we thought we cared for each other
There’s nothing left to do but go our separate ways
And pick up all the pieces left behind us
And maybe someday, somewhere along the way
Another love will find us.
Someday when she’s older, maybe she will understand
Why her mom and dad are not together 
The tears that she will cry, when I have to say goodbye
Will tear at my heart forever.
There’s nothing left to do but go our separate ways
And pick up all the pieces left behind us
And maybe someday, somewhere along the way
Another love will find us.

La letra no se ajusta a la realidad de lo sucedido, pero el dolor y la tristeza que expresa sí que lo hace.






Sunday, October 24, 2021

RELOJ DE ARENA

                   

La tecnología que se emplea en estos dispositivos que miden el tiempo es muy sencilla, muy básica; si lo comparamos a cualquier desarrollo tecnológico de pleno Siglo XXI. No obstante, imagino que en su tiempo, y aquel quien fuera el que fabricó el primero en la historia, tuvo que esforzarse en poder almacenar los finos granos de arena en el interior del cristal que ,hábilmente modelado, permitía el paso controlado de de esta, marcando así el correr de los segundos.
Casi podría decirse que cada minúsculo grano de arena es en sí mismo una pequeña fracción de tiempo.
El reloj, una vez girado, ya no se detiene, indicando de una forma muy gráfica y evidente, que el tiempo es algo que no se puede almacenar, conservar, retener o parar.
En lo bueno y en lo malo, sigue corriendo...
Hace ya más de un mes que uno de mis relojes de arena, de los muchos que solemos tener, puesto que cada cual mide el tiempo de cosas diferentes, se giró y empezó el proceso de precipitación de la arena...
Ves como los granos caen en el alojamiento de abajo y este se va llenando sin prisa pero sin pausa, formando pequeñas dunas y montañitas.
Se supone que en el día a día no solemos fijarnos en este tipo de detalles, puesto que estamos concentrados o focalizados en otros objetivos o simplemente viviendo la vida.
En este caso del que hablo ahora, me ha tocado ver casi como cada grano volaba desde el recipiente superior hasta el inferior. Como impactaba y corría hasta quedarse emplazado en el caos de arena.
El hecho de poder ver esto y no verme envuelto en alguna vorágine frenética de las que suelen ser habituales en mi vida cotidiana, ha acentuado más si cabe, el hecho de que parezca que no tengo nada que hacer, que no hay un objetivo importante, desafío personal, profesional o deportivo hacia el cual dirigir el rumbo del barco de mi vida (esto último me ha quedado bastante cursi, lo sé...).
Y es que hay ocasiones en la vida, en las que lo que toca hacer es precisamente NADA, toca no hacer nada y simplemente seguir viviendo la vida.
Los años de práctica deportiva aún mantienen (aunque sea de forma latente) los reservorios para las endorfinas, que de forma constante se han ido generando cada vez que la actividad física producía a espuertas, cantidades ingentes de esta hormona..
Es evidente que ahora no sucede tal cosa, pero el hábito de recibir la ración diaria de droga, no es algo que pueda ignorarse sin más.
Toca conformarse con la pequeña ración que nos confiere el mantenimiento de la condición física que es prácticamente lo que hago, así, como si de una especie de metadona refinada se tratara; y de esta forma poder ir salvando los muebles como buenamente se pueda.
Todo el asunto del COVID, la tercera ola, la llegada de la vacuna, las continuas jugarretas a las que nos tienen tan habituados nuestros gobernantes, forman un cóctel lo suficientemente explosivo como para minar la motivación e ilusión de cualquiera, pero bien es cierto que estas dos últimas cosas son de las pocas que aún podemos decir que son nuestras, nos pertenecen y nada ni nadie debería poder alterarlas. 
Es por ello que debemos preservarlas a toda costa, puesto que forman parte de nuestra esencia, nuestra personalidad y, por ende, nuestra libertad.
Al margen de todo esto y ver como en casa todo el mundo hinca los codos y dedica el tiempo a formarse y a prepararse para proyectos futuros mientras yo me dedico a pasar tiempo con Runa y a ocuparme de la "logística" sin que gran parte del tiempo esté entrenando, ha resultado cuando menos complejo o extraño.

Tuesday, February 02, 2021

EL REGRESO

 Regresamos a este lugar en busca de nada y sin esperar a que alguien lea lo que aquí escribo, ya que no pienso divulgarlo tal y como solía hacerlo antes por medio de Facebook o de Instagram.

De esta última red social me estoy planteando cerrar el chiringuito y desconectarme casi por completo de todo lo común. Cada día me interesa menos lo que hace la gente. Gente que ni conozco, ni conoceré y con los que no compartiré nada en la vida. Que tengamos una misma afición o gusto similar no compensa el tiempo perdido o lo que sea que se hace (o hago yo en estas plataformas).

Reconozco que lo único que me mantiene online es la parte divulgativa que pudiera haber en algunos contenidos, porque ya no me interesa ver a una chica guapa y con buen tipo haciendo algún ejercicio imposible o similar. Vivir apartado de todo eso parece que me sienta bien, por lo que imagino que será cuestión de tiempo apartarme de ello. Cuando cerré la cuenta en Facebook tenía el temor de perder el contacto con personas, con amigos, conocidos, etc; pero me di cuenta de que aquel que bien te quiere te busca donde sea y cuando sea. Y así ha sido.

La parte de entretenimiento que reportan las redes sociales, ya no consigue que invierta tiempo en ellas y prefiera ver una película, leer lo que sea, escuchar música o las conversaciones de los astronautas del Apollo con el centro de control de Houston.

Cambiando un poco de tercio y mirando hacia el Oeste, en este aún país conocido como España, miramos con asombro y comentamos con total desconcierto los hechos relativos al asalto del Capitolio en EEUU. Vimos como también al tío Sam le llegaba su revolución, aunque en este caso los revolucionarios no eran nuestros preferidos, tratándose en este caso de todos esos que reclaman la cuarta enmienda de la Constitución de aquel país, amigos de Charlton Heston que rifle en alto, pregona y grita aquello de :"America first!"

La derrota de Donald Trump, auténtico personaje miserable y deleznable donde los haya y la victoria de Joe Biden, fue vivida aquí como si hubiera ganado John Lennon, o como cuando lo hizo Barrak Obama, el primer presidente estadounidense negro. Algunos pensaron que solo por el hecho de ser negro se acabarían las injusticias hacia la población negra de los EEUU. Y que asistiríamos a un nuevo orden mundial mucho más justo.

Pero es que nos encanta subirnos al tren de lo políticamente correcto, al carro del progresismo, al vehículo ecológico, navegar en la patera de lo común, de lo global y comunitario, de lo que, al fin y al cabo está bien y es justo. O eso creen algunos. 

La palabra justicia no es "justa" en sí misma, ya que lo que para unos lo es, para otros no lo es tanto o ni tan siquiera se le acerca. Pero se sigue en esa matraquilla de seguir manifestando lo positivo, de "tirar para delante" y de repetir el mantra de que no hay que rendirse. Y todo ello, por supuesto,  con copa de balón en mano y mascarilla a medio gas, en la calle eso sí!, pero agrupando a la gente casi como si de un concierto de música de verano se tratara. También lo hacemos corriendo con los colegas en grupo, o en la grupera de la bici, sabiendo o sin saber que el camino que estaos llevando no es el correcto. O al menos no es el más corto.

Y de vez en cuando aparece alguien motivado y nos cuenta que hay que ser positivo, que todo se arreglará, que el papá estado no dejará a nadie atrás.

Y yo, que realmente no se ya qué pensar y que a veces me encantaría poder estar sentado en una roca en la Luna, con unos pistachos y una birra fría, a cada día que pasa, más me doy cuenta de que no termino de encajar en la escena de mi papel, por lo que debería buscarme otro trabajo u otra película en la que actuar.

Sinceramente creo que en esas colas de la desesperación donde la gente de a pie espera para recibir sus dos bolsas de comida, gentileza de aquellos que optan por el bien común, serían muchísimo más efectivas si solo dieran una bolsa y tres o cuatros libros.

Sunday, May 17, 2020

LA VIDA


Vive tu vida sin que el temor a la muerte 
pueda entrar jamás en tu corazón.

No molestes a nadie por su religión, 
respeta la opinión de los demás, 
y exige que ellos respeten la tuya.

Siempre ofrece una palabra o haz una señal de saludo 
cuando te encuentres o te cruces con un amigo,
o incluso a un extraño en un lugar solitario.

Muestra respeto por todos,
pero jamas te doblegues ante nadie.

Cuando te levantes por la mañana,
da gracias por tus alimentos y por la alegría de vivir,
y si no encuentras motivos para agradecerlo, 
la culpa de ello reside en ti mismo.

No abuses de nadie ni de nada,
que el abuso entorpece a los sabios 
y despoja al espíritu de sus visiones.
 
Ama la vida,
perfecciónala siempre embelleciéndola.

Intenta que tu existencia sea larga,
que esté al servicio de tu pueblo, 
y que cuando llegue la hora de morir
no seas como aquellos llenos de temor hacia la muerte,
que cuando les llega el momento lloran y rezan para
volver a vivir su vida de un modo diferente.

Canta tu canción de muerte,
y muere como un héroe que regresa al hogar.

Tecumseh jefe indio

AGRUPAMIENTO TRAS LA BANDERA

Se me hace difícil no volver a este lugar a verter las ideas que se arremolinan en una cabeza unida a un cuerpo que no se mueve como debiera.
Como tiene por costumbre.
El 11 de septiembre de 2001 dos aviones se estrellaron contra los edificios del World Trade Center, convirtiéndose junto a otros dos que lo hicieron en el Pentágono y Pensilvania, en el ataque terrorista más impactante que el hombre ha conocido a lo largo de su historia.
Desde España lo vimos como algo lejano que no podía afectarnos. Terrible, pero lejano. Casi imposible.
Desde ese mismo día el mundo cambió. 
Lo hizo de forma inmediata y radical, afectando de forma muy directa a nuestra forma de vida y a nuestra propia visión de lo que conforma nuestro entorno.
Quizá hoy, nuestra memoria de pez made in Spain no quiera reconocerlo, pero estoy plenamente convencido de que si no lo hacemos es porque ya lo tenemos asimilado y forma parte de nuestra memoria muscular. 
Lo hacemos casi como el respirar.
Por si los EEUU nos parecían lejanos, cinematográficos tal vez, nosotros también sufrimos el impacto de ese meteorito exterminador del terrorismo yihadista.
Fue también un día 11, cifra coincidente con la anterior y que seguro que muchos amantes de profecías y adivinaciones apocalípticas  sabrían sacarle jugo. 
Cuando algo así ocurre en el propio patio de tu casa, sucede que durante un período de tiempo, te conviertes en espectador incrédulo de todo lo que acontece, incapaz de asimilar y procesar el flujo de información que se desarrolla en tan corto espacio temporal.
Probablemente, un acto reflejo de nuestro cuerpo y mente, nos proteja ante semejante nivel de muerte, destrucción y dolor ocasionados tan cerca de nuestro entorno.
Nos negamos, por momentos, a reconocer de que eso que vemos esté sucediendo realmente.
A partir de estos hitos históricos, multitud de ataques se han ido produciendo en numerosos lugares. Todos igual de terribles y dolorosos.
Pero no solo ha sido el terrorismo el único protagonista de nuestra historia, ya que también se han sucedido guerras, crisis económicas, humanitarias y de otras muchas índoles.
Quién no recuerda el dolor que nos produjo en nuestro mundo libre la visión del pequeño Aylan sobre la orilla de aquella playa de Turquía.
Su imagen llegó como una bomba y desmoronó todo nuestro estado de bienestar mental, todo nuestro acomodamiento en la vida.
Hizo que nuestras aportaciones a la ONG de turno, nuestra colaboración con el club de baloncesto de nuestro hijo, hechos que, hasta la fecha, limpiaban nuestra conciencia y nos confirmaban que éramos buenas personas, que sumábamos a la causa de un mundo mejor; quedaran relegadas a nada.
Quiero cambiar el mundo pero no quiero que me toquen lo mío...
Cambiar el mundo de los demás, de los pobres, los desahuciados, los refugiados...
Y llegaron personas ahogadas a las playas de Europa, llegaron por cientos, llegaron por miles y cada muerto que se hundió en el abismo del Mediterráneo, fue una nueva confirmación de que la Europa progre, la tierra de las oportunidades que tanto se llena la boca con la palabra unión, esa Europa, no era más que una falacia donde nos sonreímos de forma hipócrita en las reuniones, pero sin dejar de pensar y creer que algunos no somos como los otros.
Ahí están las diferencias entre el Norte y el Sur, pudiendo llegar a afirmar que lo eslavo, lo alnglosajón, lo germánico, nada tiene que ver con lo mediterráneo, lo latino, lo hispano...
Probablemente algo de razón hay en toda esa diferencia, porque, al menos desde mi punto de vista, parecemos empeñados en unirnos todos en una especie de fraternidad que no es más que una mentira.
Alianza de civilizaciones lo llegaron a llamar...
Hoy no es Brad Pitt quien recorre medio mundo buscando una cura para un virus mortal que nos convierte a todos en zombis capaces de correr a 3'/km y que devoran a todo humano no infectado.
Hace tiempo comenté en casa que la extinción del hombre de este planeta no sería motivada por los microplásticos ni por las emisiones del gasoil de mi furgo.
Sería un virus quien nos aniquilaría de la faz de la Tierra.
No voy a entrar en juicios de valor acerca de posibles teorías conspiratorias, intereses económicos de superpotencias, la industria farmacéutica, armas biológicas, etc
Lo que si se, es que la realidad supera a la ficción y lo hace con creces.
Y ahora centro el tiro sobre España, ese país que volvía a mirar a China con esa mirada de lejanía y con el convencimiento de que el mal no llegaría hasta nuestras ciudades.
Si es que China está muy lejos!
Pero de nada sirvió como el efecto devastador del tsunami arrasaba Italia, dejando a su paso miles de muertos, un país paralizado por el caos y una economía completamente bloqueada.
De nada sirvieron los avisos de nuestros amigos italianos que repetían de forma incesante que no cometiéramos sus mismos errores, que no subestimáramos esto del Covid-19.
Hicimos caso omiso. Miramos hacia otro lado haciendo oídos sordos a lo que una lógica aplastante anunciaba a bombo y platillo.
Estábamos más preocupados de no cancelar nuestros partidos de fútbol, nuestras manifestaciones progresistas, nuestros mítines propagandísticos, nuestros conciertos, Fallas, romerías, procesiones, carreras, competiciones y ferias....Nuestro mundo al fin y al cabo..., ese que no queremos alterar.
Impactó de lleno el meteorito en pleno centro del país. Ese país de las múltiples identidades, la de los treinta y dos cortijos, esa que ante lo inevitable de la aniquilación no supo agruparse tras la bandera y unir todas las fuerzas a una.
No quiero convertir estas palabras en una crítica simplista a una gestión de la crisis del Covid-19 por parte de un gobierno que ha tenido aciertos y fallos muy graves.
La otra parte de la política, la oposición, lo ha hecho peor si cabe, prestando siempre un apoyo con condiciones, con peros, con argumentos de patio de vecinos; en lugar de hacerlo de forma leal y sin fisuras.
Nos ha pesado más el rédito político de todas las facciones que el objetivo de la lucha sin cuartel contra este virus y sus consecuencias.
No hemos sabido agruparnos tras la bandera ni cuando hemos estado a punto de colapsar como pueblo.
Y que nadie entienda esto de agruparse tras la bandera con algo parecido a cualquier exaltación populista al más puro Ortega Smith, porque no van por ahí los tiros y ha quedado demostrado que eso no salva vidas y no soluciona problemas.
Vergüenza ajena  y mucha rabia lo que han hecho los nacionalismos y los separatismos utópicos de este país que han preferido seguir alentando a sus ciegos seguidores en lugar de apartar por un momento sus absurdas ideas en aras de salvaguardar a sus ciudadanos.
Rabia y asco...
Pero habrá quien piense que la sociedad ha dado una lección de civismo, de lucha, de unión y solidaridad....
Qué hay de nuestros sanitarios? En primera línea de batalla batiéndose el cobre ante el virus, sin medios, sin protección, sin descanso...
Ha habido sanitarios que han echado la bronca para que la gente respete la cuarentena porque los epis te dejan marcas en la cara y porque las jornadas son muy largas.
Hablamos de salvarnos de una pandemia que puede colapsar nuestro sistema sanitario y tras él el económico, acabando con el social más tarde y con nuestra forma de vida.
Si en una situación así no somos capaces de luchar como soldados, es que no merecemos conservar esa forma de vida que tanto tememos perder.
Qué se puede esperar de un médico?, y de un policía?, y de un gobernante?, un militar?, un empresario?, un maestro?, panadero?, camionero?.....
Qué podemos esperar de la sociedad ante una situación así? 
Pues debemos esperarlo todo. Todo y algo más, porque nos va la vida en ello,
No ha sido suficiente como para darnos cuenta de que lo que no hagamos nosotros no vendrá nadie a hacerlo. Quedará sin hacer.
Desde que comencé a escribir este post hasta ahora que lo termino han pasado muchos días. Días donde las cosas iban sucediendo sin solución de continuidad. Algunas cosas iban mejor y otras seguían golpeándose contra un muro. Como si nada se hubiera sacado en claro de todo esto.
He llegado a convencerme de que al final tienen razón aquellos "amigos" europeos que piensan que somos el "Sur", "the pies", "The snapers", "the lazys", "party breakers", etc
He pensado muy mal de nuestros dirigentes políticos, de todos, llegándome a encontrar en un callejón sin salida donde me doy cuenta de que son solo un reflejo de la sociedad. Un reflejo de mi, lo cual es muy duro y triste.
No se cuánta razón tendré en todo esto que pienso y digo. Espero que no sea demasiada.

Sunday, September 03, 2017

REENCUENTRO

Camino por calles que me son habituales, conocidas como si las transitara a diario.
Me cruzo con gente de cara conocida.
Me hallo ubicado en casi todo lugar y a menudo coincido con personas de aquí a las que conozco e intercambio palabras.
Casi parece que soy de este lugar, o que nunca me marché de esta tierra.
Es curioso que lo diga porque en el periplo de la vida, mi permanencia entre estas montañas ha sido ínfima, pero la huella ha sido profunda.
Ha sido un comienzo complicado y laborioso, donde un poco de desencanto ha enturbiado los primeros pasos en esta nuestra nueva ciudad y nuestro nuevo hogar.
Mucho que limpiar y que arreglar nos ha saturado más de lo esperado, haciendo que nos cuestionemos las decisiones tomadas para estar aquí ahora y permanecer de esta guisa durante un año.
Tampoco ha sido fácil en lo que al trabajo se refiere, a pesar de que probablemente haya sido la semana más tranquila de lo que toca por llegar.
La vida ha pasado y con ella se han ido oxidando los conocimientos, las destrezas, habilidades y técnicas que antes eran comunes en mi día a día.
He llegado a pensar que quizá esto que afronto se me puede hacer muy cuesta arriba por no estar a la altura de lo que se requiere de mi.
Quizá ya estoy desfasado y solo me resta contar historias del pasado y rememorar otros tiempos ya vividos.
Y aunque me niego a rendirme sin haber prestado batalla, no oculto que probablemente me halle en medio de un mar de dudas acerca de mi capacidad real para los que de mi esperan mucho.
Sin embargo y , de forma contradictoria, me embarga una sensación de emoción por lo que estoy viviendo, por lo que se que voy a vivir en esta nueva faceta laboral, que no hago más que desear que llegue el momento de empezar a interactuar con los alumnos y resto de profesores. Quizá sea en ese momento cuando consiga relajarme y dar suelta a lo que realmente se alberga en mi interior, eso que siempre he sido y que nunca he dejado de ser.
Busco refuerzos positivos en mi pasado más reciente como cuando me presenté con las mismas dudas frente a un helicóptero complejo, donde nunca hubiera jurado ni asegurado que lograría tratarlo con la soltura con la que lo hago a día de hoy.
En la parte personal y a medida de que la semana ha ido avanzando, hemos conseguido ir confiriéndole a esta casa el aspecto de hogar que queremos.
Hemos compartido actividades con nuestros amigos de Jaca, hecho deporte en un marco natural incomparable y saboreado algunos placeres que solo se pueden disfrutar aquí.
Un comienzo complicado que hemos ido gestionando con fuerza, ganas y mucha ilusión, esperando que todo siga así de bien.


Sunday, August 27, 2017

JACA

 Siempre he escuchado aquello que dice que el tren de la vida es ese que solo pasa en contadas ocasiones.
Ese que que te quedas mirando y si no tienes billete ves como se acaba alejando. 
El que, en ocasiones, ofrece una sola posibilidad de viajar.
Ese que frente a Misrata, allá en las costas de Libia, se me presentó de forma súbita llenándome la cabeza con un nuevo deseo de hacer el viaje que tanto anhelamos y soñamos.
Como cuando decides afrontar la preparación de un Ironman, o embarcarte en un nuevo despliegue, el apoyo de la familia es condición sin equanon para que se den todas las circunstancias favorables.
Y subí a ese tren...
Y lo hice temeroso de todo lo que implica hacer cambios, cambios importantes en la vida.
No es un viaje solo de ida, ya que por suerte o por desgracia (el tiempo lo dirá...) existe hora y día para el regreso.
La familia, en esta ocasión, es un elemento activo más de la aventura de haber dejado atrás nuestro hogar, familia y amigos, nuestro viento salado, las arenas y el mar y nuestra zona de confort en toda la dimensión de la palabra.
Y lo hemos hecho cambiando todo lo anterior por las montañas y sus gentes, otro lugar de residencia que esperamos se convierta en hogar y unos amigos de los que no podemos disfrutar de la forma que tanto nos gustaría.
Así pues, aquí nos plantamos tras un viaje de punta a punta, con un coche cargado de trastos, nuestro pajarito, una tortuga y mucha ilusión.
La llegada y el recibimiento ha sido épico, en lo que espero sea el principio de todo un año fascinante.
Y como las costumbres deben mantenerse en el tiempo, lo hemos hecho con amigos, con lluvia y montañas.
Esas montañas que un día nos anclaron irremediablemente a esta tierra, enamorándonos de por vida y haciendo que hayamos sido capaces de dejarlo todo atrás para poder estar aquí.
Hoy con más sentido que nunca...Hala pues!




LESS IS MORE

A veces menos es más...
Así sin más...
Sin tratar de darle sentido a las cosas que no lo tienen.
Sin buscar más allá de nuestro entorno, algo que no existe, que no se puede explicar...
Sin complicarnos la vida más de lo que ella misma hace por sí misma.
Por eso pienso que la escasez de entradas o posts en mi blog responde precisamente a esta primera afirmación, a que no habiendo sucedido nada especial, no tengo la necesidad de tener que escribir o hablar sobre algo.
El silencio, en este caso, no ha sido más que el reflejo de un tiempo pasado (que no olvidado), donde el trabajo, la mar, la familia, los problemas, la montaña y los sueños han enfriado (que no apagado) el fuego de esta hoguera.
No hay más explicación.

Tuesday, November 29, 2016

SIX MONTHS

El tiempo no ha dejado de pasar desde aquel final de Mayo, principios de Junio, aún con desechos cetónicos y de otra índole en mi torrente sanguíneo...
Aún con el pulso alto tras la emoción del cruce de la línea de meta del Ironman de Lanzarote.
Todavía emocionado tras el reencuentro con los Mayencos en la Isla de la Lava y el viento.
Y es que desde entonces el tiempo ha seguido transcurriendo fiel a su propia esencia.
Y desde entonces mis pies han dejado de correr.
Mis piernas no han sentido la fatiga de una cuesta, de un sprint, de la arena o la tierra compacta de los caminos.
Dejé de correr desde aquel hoy lejano momento previo al verano.
Mi fascitis plantar se rebeló hasta el punto de doblegar a mi mente y necesitar de un proceso tal que solo había cabida para la recuperación.
Multitud de tratamientos han estado presentes.
Unos cuantos, la verdad...
El dolor ha sido un fiel compañero que con sus punzadas me recordaba que el problema no era de fácil solución, que era largo y que iba a ser un auténtico desafío.
En Octubre comencé el último tratamiento con muchas expectativas y el convencimiento de que estaba en la senda correcta. 
Es increíble como a pesar de la parada tan larga, la zona no conseguía regenerarse por si sola. Ni siquiera mínimamente.
El tratamiento con ondas de choque ha sido increíble, revertiendo bastante los síntomas y consiguiendo que desde entonces me haya encontrado mejor a medida que se sucedían las sesiones. 
No ha sido algo gratuito, ya que el dolor ha seguido muy presente.
El coste económico también ha sido importante.
Ayer era el día de prueba. 
Tras hablarlo con la Doctora, debía hacer un test corriendo media hora muy suave para ver cómo respondía el pie.
Reconozco que estaba nervioso antes de salir, casi como cuando se disputa una carrera competitiva o cuando vas a una cita importante.
La ciudad de Albacete fue el lugar y la tierra compacta de una de sus alamedas el suelo que debía volver a sentir al volver a encadenar los pasos en una carrera.
A un ritmo casi letárgico y tratando de percibir todos los estímulos y sensaciones que se producían tras cada aterrizaje del pie, noto cierta opresión en toda la zona del talón.
Irradiándose ligeramente al tobillo, casi como cuando se recupera uno de un esguince.
Intento relajarme y olvidarme un poco de lo que estoy haciendo, sabedor de que un exceso de atención puede convertirse en una total sugestión sensorial de la que es difícil salir y donde, seguramente, solo abunden las malas sensaciones.
Han sido muchos meses corriendo de esta guisa como para tratar de engañarme y convencerme de que lo que antes había ha dejado de estar ahí.
Tras acabar de correr y con el enfriamiento de la zona ha vuelto el dolor, ese dolor punzante y perfectamente localizado. El dolor de antes, el dolor de siempre.
La prueba ha respondido a las expectativas previstas, ya que sabíamos que no iba a ser coser y cantar y que no iba a desaparecer , así sin más, lo que hubo.
El día de hoy ha sido uno de tantos en los que lidias con ese constante "mordisco" en el talón que te recuerda que, a pesar de los cambios, esto no está ni mucho menos liquidado.
Me esperaba más, la verdad. Esperaba molestias pero con la fe en que serían de otro tipo, no sé!, diferentes tal vez. Pienso que me merecía más. ¿Pero quiénes somos nosotros para definir lo que merecemos y lo que no?
Es frustrante ver como tras haber hecho durante largo tiempo lo que supuestamente era lo correcto, el cuerpo se rebela y no permite que retome la carrera nuevamente.
Me llena una sensación de ahogo y de opresión que se combina con el conocimiento de que hay que seguir intentado luchar contra el problema.
Toca ahora hablar con la Doctora y analizar los síntomas y resultados de la prueba, aunque se que la respuesta será la misma.
Seguir machacando la zona con disparos hasta que se solucione o yo me aburra.
A ver qué sucede antes.