SAN VALENTÍN

 Atrás ha quedado la estela de este evento comercial del día de los enamorados. Un evento tal que no difiere lo más mínimo de otros que se celebran sin tanto ruido.

Y es que el mensaje cursi del hoy te quiero más que ayer, pero menos que mañana, al menos para mí es igual de absurdo o pedante como el truco o trato, feliz navidad, feliz carnaval, etc, etc.

Y conste que no lo digo porque sea una especie de Señor Scrooge, carente de toda bondad, espíritu navideño, sentimientos, o vaya usted a saber...

No!, en absoluto estoy en contra de este tipo de celebraciones, a pesar que a mi no me dicen nada o incluso puede alguna de ellas no me guste.

A pesar de ello intento ser pragmático y trato de no demonizarlas y tampoco sabotearlas haciendo comentarios que remarcan mi total desalineamiento con dicha corriente. 

No me gusta la Navidad, pero ello no significa que la odie o que haga comentarios negativos contra ella. Creo que todo, como casi todo en la vida, tiene una parte buena y otra que no es tan buena. Así de simple!

Con esto quiero llegar al hecho concreto del famoso y reciente día de los enamorados o de San Valentín.

A ver!, cada uno le puede dar el sentido que quiera, si bien está claro que se trata de celebrar ese amor de pareja. Pero por qué no puede ser el amor entre hijos y padres, o viceversa.

Cada uno puede darle el enfoque que considere, faltaría más.

Pero yo me centro ahora en el clásico San Valentín, en ese que celebran una pareja de enamorados.

El hecho de dedicar un día a reconocer ese amor de una forma un poco más especial, qué malo puede tener?

Entiendo que si nos se nos va la cabeza con ello, puede ser algo bonito hacer una plan un día concreto y pararse a hacer balance, detener un poco el ritmo de nuestro día a día, yo que sé?, da igual la causa!, creo que no es malo  e incluso para mucha gente puede ser muy bueno.

La parte comercial no siempre es mala ya que comercios, floristerías, restaurantes, hoteles, pueden hacer un extra que siempre viene bien al motor de la economía.

Hay que recordar que si a la gente le va bien, casi con toda probabilidad a nosotros nos irá bien, o puede que no.; pero si a la gran mayoría le va mal, es muy probable que a nosotros también nos afecte de forma negativa.

Es por ello que esos planes surgidos que llenan bolsillos ajenos, no nos sacarán de una crisis pero si es combustible para el motor económico.

No obstante que si solo dedicamos un día al año para cuidar nuestro amor hacia nuestra pareja o hacia quien hayamos decidido compartirlo, dejandoo el resto del tiempo sin atender y sin cuidar nuestro amor, pues de nada sirve este Cupido con flechas que solo será símbolo de una gran hipocresía.

Pero ese es otro debate.

Y después de este rollo que he soltado, vamos al meollo del asunto: que no es más que toda esa retahíla de mensajes en contra de San Valentín. Ese sabotaje mediático que tanta gente a querido divulgar, haciendo un alarde de su genial estado personal en el que, estando solos, no necesitan de ningún angelito arquero que les lance flechas de amor.

Gente que no solo manifiesta lo absurdo de la celebración sino que casi se mofan del hecho en sí, con el mismo poco respeto tal como si yo me riera del hecho de que una mujer diera a luz en un establo la noche del 24 de diciembre...

Estoy plenamente convencido de que muchas (por no decir todas ) las personas que he leído y que comentaban que su situación personal de estoy muy bien solo/sola y no necesito de nadie, esconden en su interior una enorme tristeza y un gran sentimiento de soledad que no son capaces de reconocer.

Ahora más que nunca cobra sentido el refrán de : dime de qué presumes y te diré de qué careces.

Pero bueno, allá cada cual con la imagen que quiere dar, que, con toda seguridad, es una diferente a la que vemos cuando nos hablamos en momentos de soledad.

Podémoslos engañar a todos, pero nunca a nosotros mismos.

Viva San Valentín y que nunca falten motivos para que la gente se manifieste, describa y explique sus sentimientos.