SERENIDAD

 La FELICIDAD...

Hace tiempo que no la busco.

Me pasa como con el amor. Supongo que si el amor tiene que volver a mi vida, tocará a mi puerta (de facto ya lo ha hecho), porque no se puede ni se debe ir por ahí buscando el amor desesperado.

Eso no conduce a nada. No conduce más que al insomio y al malestar...

Y la felicidad igual. Esta vendrá por si misma si es que tiene que venir, y si no, pues no lo hará y no pasará nada. Que le den!

Porque tampoco es imprescindible. Ahora me doy cuenta de que si algo lo es para mi, eso es la SERENIDAD.

Y poco a poco, cuando pensaba que la serenidad era algo de serenos, de personas inanimadas y con falta de nergía... 

Aprendí que la serenidad es sentirse como una  pequeña tesela de un gran mosaico.

Prescindible, mínima..., confusa...

Pero en su sitio.

Espíritu creador de toda vida.

Concédeme la SERENIDAD para aceptar las cosas que no puedo cambiar.

Fuerza y valor para cambiar aquellas que puedo.

Inteligencia para reconocer la diferencia.