Saturday, May 28, 2016

LANZAROTE IRONMAN 2016

..."Y si mientras pedaleas escuchas un molesto sonido..., acéptalo!, hazte amigo del ruido!, porque no te queda otra. Estará contigo durante todo el largo viaje"...
Resumir lo acontecido la semana pasada quizá necesite una visión desde el punto de vista deportivo y otra desde lo personal, pero la falta de tiempo y la necesidad de invertir este último en quehaceres más necesarios, me empujan a hacerlo todo mezclado, todo unido, ya que realmente son visiones inseparables donde una carece de sentido sin la otra.
Hacía ya tiempo que mis pasos por la isla de Lanzarote, me reportaban experiencias desagradables, angustiosas e incluso dolorosas. Tanto en lo físico como en lo "no físico".
Que todo aquello pasara en un entorno del que me siento profundamente prendado, no deja de ser, cuando menos, un poco injusto; aunque en el fondo de mi ser soy consciente de que somos los hombres los que nos abocamos a las injusticias, y no la propia Naturaleza quien de alguna forma nos castiga.
Sin hacer un balance del camino seguido hasta el punto de partida de este Ironman de Lanzarote, que celebraba su 25 aniversario, siendo el Ironman más antiguo de Europa y el segundo más antiguo del mundo realizado en un mismo lugar tras el de Hawaii, me planto deprisa y corriendo frente al avión que me llevaría a la isla.
Volver allí siempre es señal de alegría, y en esta ocasión, esa alegría se veía aumentada por la presencia de tantos amigos del loco mundo del triatlón.
El fin de traca lo ponía la expedición de Mayencos que cambiaron la nieve de las montañas del Pirineo por el viento y la lava de Lanzarote.
Aunque la guinda del pastel fue la presencia de Elo y Hellen que disfrutaron mucho de la semana canaria con acento maño.
Los días previos cumplí con mi ritual de ir a nadar en el circuito de natación, disfrutando de lo cristalino de las aguas, de su frío, del ambiente Ironman donde cada uno viene de un lugar diferente del mundo, de España o el resto de islas.
Ese primer nado no me deja satisfecho en lo que a ritmos se refiere, alimentando el extenso fuego de las dudas que aparecen los días antes de la gran cita. Sensaciones incómodas y poco agradables que me hacen presagiar un mal tiempo en el primer sector.
A medida que van llegando los miembros del Comando Cádiz, el ambiente se anima y los temores y las dudas también. Los que no han estado aquí antes se asustan un poco por el viento y el baile loco de las palmeras, pidiendo por favor que mejore la previsión para el día de la prueba.
Siempre digo que este no es tu Ironman si lo que quieres es asegurar un buen tiempo, si quieres un circuito rápido o buscas una carrera fácil. Aquí siempre te hará viento, siempre te hará calor, es muy posible que te llueva o pases frío..., por lo que da la impresión de no saber a ciencia cierta qué hacer o cómo afrontar la prueba.
Si lo que buscas es la expresión del Ironman en su estado más salvaje..., entonces, esta es tu prueba.
Con todos en la isla, disfrutamos de la Pasta Party y del ambiente que el buen merchandaising es capaz de crear. La máquina de hacer dinero casi no da abasto cada vez que cada uno de aquellos cientos de locos, entran y salen de las tiendas del Ironman.
Seguimos esos días con sesiones de natación temprano en la mañana, casi más por aprovechar el entorno. Seguimos saliendo en bici para asegurar su correcto funcionamiento y resolver problemas.
Seguimos corriendo de forma rápida y suave para asegurarnos de que todo sigue en su sitio y ,como no, retratarnos una y mil veces en la M de Ironman que hay en el paseo marítimo de Puerto del Carmen.
El ambiente es increíble cuando dejamos las bicis y el material, con los nervios y las dudas aflorando por cada poro de nuestro cuerpo.
Últimas charlas a pie de piscina, últimas preguntas del tipo: como es tal parte del circuito, qué vas a llevar en en aquel bidón, qué desayuno..., etc.
Cenamos en grupo y nos acostamos pronto. Descanso muy bien y es que pese a los nervios, me siento muy cómodo en esta prueba.
El desayuno no lo hago muy contundente, tengo poca hambre y el estómago algo cerrado, así que decido no forzar.
Pequeño bocadillo de chorizo de Teror, café, zumo, algo de embutido y agua. Demasiado light, me digo.
Bajamos a prepararnos y a medida que voy viendo a los amigos me despido con un abrazo y mucha suerte.
Lo que me ha gustado esta vez es que hemos sido muy cautos y nada incisivos los unos con los otros, respirando un ambiente de compañerismo y deportividad casi como nunca.
Hay gente debutando en la distancia y no es momento de generar más tensión.
Antes de bajar miro el box y me digo por primera vez en el día: 
esto se acaba!, la próxima vez que vea esto habré salido del agua.
Es increíble la rapidez con la que suceden las cosas, casi sin darnos cuenta la vida pasa a velocidad del rayo frente a nuestros ojos y casi no reparamos en ella...
Entro en el agua, nado un poco y trato de aislarme un poco de todo, centrándome así en la carrera, visualizándome en el agua...
Justo al salir veo a Elo e Isa en primerísima línea. Saludo, beso y me voy al arco de salida.
Me coloco centrado en donde se supone que está la línea de 1h05', aún quedan 10' y disfruto del ambiente.
Señal de salida y al agua, sin parar, con decisión y sin perder la ubicación central.
Empiezo a nadar y me sorprendo de lo limpio que resulta todo, apenas tengo gente por delante o el hueco existente es lo suficientemente amplio como para preocuparme. Intento ir a pies pero o van demasiado lento o demasiado rápido, por lo que continúo solo.
Doblo la primera boya y me llevo algún golpe pero de escasa consideración.
Me siento muy tranquilo, quizá demasiado y temo que esto pueda penalizar en exceso mi tiempo final en la natación.
En la gran recta disfruto mucho de la natación y trato de imponer un ritmo algo más exigente.
Acabo la primera vuelta en 32' algo que me sorprende porque tenía la sensación de ir mucho más lento.
Salida a tierra y ánimos de las chicas, el corazón galopando en el pecho...
Sonrío y vuelvo a pensar que esto se acaba...
La segunda vuelta me pego mucho a la corchera y trato de reducir al máximo la distancia a nadar.
Última recta y comienzo a pensar en lo que tengo que hacer a partir de que ponga el pie en tierra.
Salgo del agua en 1h08', pisando el tapete del chip en 1h09'. Casi como siempre, pero con la diferencia de que me siento realmente fresco. Llevo delante a Arturo y me da subidón saber que he salido con él del agua.
Trancisión cómoda, mucha crema, un pis y a por la bici, donde vuelvo a ver a las chicas.
Comienza el segundo sector, alegre por lo que viene y en cierta manera lamentando el haber quemado una etapa de este cohete de nombre Ironman.
Los primeros kilómetros soy muy cauto, mucha cadencia y no me preocupa ir con el plato pequeño, de manera que la musculatura se va haciendo al pedaleo.
Autovía y dirección a Puerto Calero, hace algo de viento y me ciño a mi plan, ir cómodo y no calentarme.
La subida de la Asomada, se me hace muy amena, recordando como el año pasado ya iba incómodo por aquí.
Llegada a Yaiza y a toda velocidad hacia el Golfo y los Hervideros, donde la belleza y la naturaleza se mezclan en forma de olas y basalto. Salinas de Janubio que inspiran calma y sosiego. 
Me encanta esta parte del circuito!!
Veo a Manolo Remesal y durante unos kilómetros compartimos recorrido (siempre separados). Subida y enfilamos Timanfaya, donde volvemos a coincidir y donde, antes de llegar al alto, nos separamos definitivamente.
Esta parte del circuito me obligo a ir realmente despacio y disfrutando del paisaje.
Bajada rápida y en un plis me planto en Tinajo, donde hacemos un bucle que lleva ya dos años implementado en el circuito de bici.
Bajada a La Santa muy rápida y aprovechando para descansar las piernas.
El viento ayuda un poco y en un bache pierdo un bidón con carbohidratos.
Pequeña subida a Soo y enfilamos hacia Famara, donde se puede subir la media siempre y cuando uno se vea seguro acoplado con viento lateral.
Una vez superado el avituallamiento, viento a favor y comenzamos lenta y progresivamente a ganar altura en demanda de Teguise.
Este terreno desolado e inhóspito es enormemente hermoso, invitando a la reflexión y al análisis de lo que aún queda por venir. Las sensaciones no son nada malas, algo lógico por el ritmo cómodo que en todo momento he llevado.
La subida a Teguise dista mucho de la del año pasado, donde el viento te clavaba literalmente al asfalto. 
Pequeña tregua en Los Valles y con la vista puesta en el EVA de Las Nieves comienzo la subida al Mirador de Haría.
Los aerogeneradores indican que el el viento es el amo y señor de estas tierras, mientras que yo continúo con mi subida. Tranquila pero sin pausa.
Corono el mirador y cojo la bolsa de avituallamiento especial, cambio bidones y guardo el bocadillo de pata asada y tomate para más adelante, ya que en este momento no veo que me haga falta.
Bajada rápida pero asegurando...
El paso por Haría no deja a nadie indiferente con ese valle de las mil palmeras y la gente espoleando en las rampas y calles. Allí pierdo otro bidón de carbohidratos.
Ya estamos nuevamente subiendo la temida rampa de Guinate, un 12% con asfalto rugoso como malpaís...
En las rampas del Mirador del Río parece que todo se suaviza. El día está nublado pero la vista es impresionante. Casi podría decirse que hace un poco de frío.
La isla de La Graciosa y los islotes del Archipiélago Chinijo contemplan como ese grupo de locos no para de subir mientras miran a la izquierda.
Bajada muy muy rápida, llegando a poner la bici a 81.3Km/h...
El asfalto perfecto pero soy consciente de que el mínimo despiste puede tener consecuencias fatales. Pienso que todos aquellos que son buenos bajando, habrán podido poner la bici por encima de los 100km/h...
Atrás dejo Arrieta, en una bajada donde aprovecho para comer y dejar de dar pedales, tratando de sacar el máximo partido a la aerodinámica. Me noto bien y se que voy a disfrutar mucho del tramo que en breve comienza. A la altura de Guatiza el terreno deja de bajar, volviéndose llano e incluso con un ligero desnivel positivo, pero la posición de acoplado y el ritmo demoledor que me impongo me hace rodar a 40km/h con mucha comodidad.
Empiezo a pasar a mucha gente que se me quedan mirando cuando les adelanto...Vaya subidón!!Está claro que la estrategia, pese a su prudencia, ha sido correcta, ya que veo como recojo los frutos en este tramo al que se puede llegar bastante frito...
Al llegar a Tahiche, giramos hacia la temida recta de Nazaret, la cual subo acoplado y con tranquilidad.
Finalizo mi sector de bici muy contento y con ganas de comprobar cómo responderá mi cuerpo, ya que los dos últimos años la cosa fue bastante mal.
En la carpa me cruzo con Falele, nuevo subidón! al ver que alguien como él no me ha sacado tanta diferencia en bici. Y esto último no lo digo desde el punto de vista de ganarle, sino de confirmar que el segmento de bici realizado no ha sido en absoluto malo.
Salgo a correr y a los pocos metros me encuentro a Juanillo que me dice que ha tenido pegas con una cadera. Lo animo y sigo a lo mío, ya que esto es muy largo y quedan muchos kilómetros por delante.
Me concentro en ir más lento de lo que pienso que es lento, pero me van saliendo los kilómetros a 5'.
La fascitis plantar izquierda sigue presente, pero como hasta la fecha, la eterna molestia dolorosa pero que no me impide correr.
Mi actitud es super positiva, me siento genial y muy contento, por lo que aprovecho el momento para recortar kilómetros y alejar el momento de bajón en la distancia.
A la altura de la Playa del Pocillo me coge Jan Frodeno, él va hacia lo que sería su última vuelta. No tengo que apretar mucho para seguir su ritmo, ya que va sorprendentemente lento, así que eso hago y voy a su altura durante unos 40 segundos.
Enfilo la recta del aeropuerto y me cruzo con Alberto, parece que está haciendo una gran carrera.
No consigo encontrar a alguien que lleve mi mismo ritmo e ir tapado del viento, por lo que sigo adelantando a corredores hasta que llego a Playa Honda. Apenas paro en los avituallamientos, me refresco, tomo un poco de iso, naranjas y sigo.
Hace calor pero es muy soportable. Este año las condiciones externas de carrera me parecen muy agradables.
A mitad del paseo me cruzo con Raimon, luego con Ale y Luis, me alegra ver que todos están bien.
Al poco alcanzo a Falele y comenzamos a compartir kilómetros juntos en una tónica que se repetirá durante toda la maratón: unas veces delante, otras detrás, otras juntos...
Cuando abandono la recta del aeropuerto y me interno en el paseo nuevamente, noto que baja un poco el gas y que empiezan las luchas internas por no venirme abajo...
Es difícil!!Parece mucho más fácil decirlo que hacerlo...
Las chicas animan frente al apartamento con la gran bandera de Mayencos, gran subidón....!!El ambiente es impresionante!!
Y poco a poco van cayendo los kilómetros y el ritmo inicial también ha decaído, soy incapaz de mantener ese ritmo de 5'/km, así que me concentro en no hundirme demasiado.
Aún así no renuncio a seguir disfrutando de la carrera.
Especial mención a la aparición de Arturo que con su cowboy running quiso darle una bofetada al destino y reclamar lo que era suyo tras meses de sufrimiento físico y psicológico...
Manolo que no podía correr bien por un pinzamiento en la parte baja de la espalda y Roberto que recogía los frutos de su meticulosa preparación.
Otro intratable del día fue David que hizo una gran carrera junto a Alberto que sumaba su segundo Ironman.
Tras el último giro, cambio un poco el ritmo, pero no mucho porque la verdad es que cuesta lo suyo.
Comienzan a llegarme los flashbacks de los dos últimos años, donde era la auténtica cara de la muerte arrastrando mis huesos y vomitando en cada jardín que veía...
Disfruto mucho de esos últimos kilómetros.
Dejo el atrás el hotel, ya piso paseo nuevamente...., me vengo arriba.
Soy todo sonrisa, soy todo alegría y a pesar de que tengo ganas de acabar soy consciente de que esto se ha terminado y que habrá que esperar, al menos, un año para poder volver a vivirlo.
Última recta y entrada en meta 12h 07', que lejos de ser un tiempo brillante si es un justo y buen tiempo para el día y la preparación realizada.
Mi estado al terminar, pese a que no me apetece mucho bailar, es muy bueno, muy entero y vuelvo a decirme que es lo que venía a buscar este año. Objetivo cumplido!
Poco a poco van llegando los amigos(los cracks ya hacía rato que estaban duchados), cada uno vive su particular momento, todos felices...
Especial mención, también, a los miembros de la expedición Mayenca, con esa entrada triunfal de Luis con la camiseta del Athleti que tuvo su momento de gloria en el vídeo de La Santa. A Fran que dio un recital de solidez brutal en todos los segmentos.
Pero quizá el momento más emocionante fue cuando esperamos al Presi y entramos todos con él, viendo como se emocionaba. Allí desplegamos la bandera de Mayencos, poniendo el broche de oro a una épica participación que quedará en el recuerdo.
La llegada del último corredor, la cena de premmios y los días que luego disfrutamos relajadamente en la Isla, fueron la mejor forma de terminar una aventura donde como en todas las anteriores ocasiones, lo personal siempre supera con creces a lo deportivo.
Miramos ahora hacia el futuro, con el cuerpo y la mente intoxicado por las endorfinas y el espíritu Ironman, con ganas de más y comenzando a soñar con la próxima cita.
Pero se que es momento de descansar y dejar que el cuerpo recupere todo lo que ha perdido, que la mente se enfríe lo suficiente como para ser objetiva y que el propio destino nos encamine en la realidad de nuestras vidas y que poco a poco podamos poner rumbo a otro nuevo desafío que nos haga vibrar como en estos días.




No comments: