Monday, January 19, 2015

BACKFIRE...ERGOGENIC

El tiro por la culata pues….
Y es que a veces apuntamos hacia un objetivo concreto deseando que todo el potencial de algo se desarrolle en una dirección planeada, pero acaba resultando algo así, como lo que sale para atrás sin esperarlo.
Sobre el tema de la ergogenia me considero, si no versado, si experimentado tanto en conocimiento de productos, prueba de los mismos en mi persona y en otras muy próximas a mí.
A raíz del pequeño debate que surgió ayer en el seno del Club acerca de este tema, donde cada uno expuso su experiencia personal y cómo no, las diferencias se hicieron plausibles.
Lo bueno de discutir es que se pueden sacar muchas cosas en claro.
Me considero un deportista que ha probado “casi” de todo en esto de las ayudas para el rendimiento, donde he podido gastar cantidades de dinero importantes.
A día de hoy me considero algo más centrado y escéptico en todo lo que se refiere a productos milagro, como ese producto que tomas antes de una sesión y la fatiga se retrasa o no aparece, incluso notando un plus de punch que permite que los tiempos/parciales sean mejor de lo esperado.
Ya hace algunos años que digo que la única sustancia que te pone como una moto antes de un esfuerzo importante es la cocaína, la efedrina y sustancias de ese tipo. Obvio es que no son nada recomendables…
A modo natural y como efecto awarness si está la cafeína siempre y cuando nuestra tolerancia a la misma no sea excesivamente elevada, por lo que apenas notaríamos sus efectos.
Soy de los que toma un poco de café antes de entrenar, máxime cuando realizo el primer entrenamiento en la mañana nada más levantarme. 
La cafeína se puede tomar en comprimidos siempre que no seas devoto del coffe break, pero ya entramos en que el producto no deja de ser algo manufacturado a nivel químico, en contrapartida con la cafeína que si podemos obtener de forma natural al tomar el clásico café.
Determinados niveles (altos) de cafeína en el organismo se considera dopping, por lo que se debe tener en cuenta cuánto se toma. La fórmula de más=mejor no es la correcta, pudiendo producir arritmias y acelerar la deshidratación por su poder diurético.
Con el resto de sustancias no haré una descripción de las mismas, ya que para ello cualquiera puede profundizar muchísimo más, aparte de que tampoco se trata de hacer esto muy largo.
Beta alaninne, como producto “milagro” para inhibir el ácido láctico. Lo he probado y bastante.
He realizado series de 1000mts/ 400mts/ 800mts en pista y el ácido láctico me ha salido por los ojos tras haberla tomado y sin tomarla también.
Sin embargo, he experimentado la otra cara del producto cuando he realizado cargas de la sustancia y si es verdad que a la hora de realizar sesiones iguales/similares he notado que esa acidosis láctica ha tardado en aparecer o ha sido algo menor. Lo que si que es importante remarcar es que en esta segunda ocasión la tomaba en conjunto con la creatina, reforzando la acción de ambas.
A pesar de ello no puedo afirmar de forma rotunda que el efecto es el esperado/deseado o si ha contribuido de forma inequívoca a mejorar mi rendimiento.
Lo que si tengo muy claro es que tomarla solo de forma esporádica o antes de competencias deportivas solo tiene efecto placebo en el deportista. Lo veo como un paso más del protocolo que hemos implementado en esto del Triatlón de Larga Distancia.
Cuanto más anaeróbico  sea el esfuerzo, más beneficioso será el efecto de la sustancia.
Mi recomendación de tomarlo de forma esporádica es negativa. Solo hay que pensar un poco en cómo funciona para que dentro del ciclo de CORI se inhiba adecuadamente el ácido láctico generado.
Con solo dos cápsulas dudo mucho que consigamos aumentar los niveles de carnosa de forma instantánea.
Sobre el ZMA también podría decir muchas cosas ya que unos cuantos botes me he bajado, pero no puedo tampoco afirmar de forma contundente que las mejoras son reales. Al menos de la forma en que queremos percibirlas.
Cuando he estado en mejor condición física, han coincidido dos hechos muy importantes : continuidad y rigurosidad en el entrenamiento, sumado a una buena alimentación. 
En este segundo ítem incluyo las ayudas, ya que he tomado más cantidad y diversidad cuanto más duro he entrenado, pero no por ello afirmo que guarden un paralelismo ojo!
Siempre he respetado las dosis recomendadas y la intercalación con otras sustancias que pueden bloquear o inhibir las “propiedades” de estas.
He realizado, por otra parte, sesiones y competiciones realmente duras sin ayudas ergogénicas y los resultados han sido muy parecidos si no iguales.
Todo esto que comento no lo hago como un detractor de las ayudas deportivas, ya que precisamente mi condición de vegetariano hace que recurra a batidos de proteínas y aminoácidos tras sesiones duras con mucho cataclismo muscular. No es que note nada diferente ni especial, pero si es cierto que evita que el tejido magro se degrade.
Estoy plenamente convencido que buscamos esa sustancia o pastilla mágica que nos haga de reset para el día siguiente estar nuevamente al 100%.
Cuando experimentamos sensaciones positivas y resultados importantes bien sea entrenando como compitiendo, nuestra modestia o desconfianza en que somos más de lo que pensamos, nos conduce a que parte del éxito se le debe a la “ayuda”.
Con el paso del tiempo y lo que denomino la paranoia vegetariana, he ido desconfiando y “pasando” cada vez más de los productos de ayuda deportiva, tratando de buscar en los naturales esa ayuda.
Ahí está el germen de trigo, la levadura de cerveza, la jalea real, la miel, el polen, el café, el té, la avena, las semillas de chía y muchos otros productos que si bien no tienen tampoco ese efecto milagroso, al menos no se elaboran químicamente.
En eso llevo casi dos años y aunque no he dejado al 100% estos productos, si es verdad que tengo muchos sin abrir y puede que caducados porque no creo que los vaya a emplear más. Al menos a corto o medio plazo.
El pasado domingo un amigo del Club realizó un entrenamiento de carrera a pie de 25kms, en un día realmente inclemente donde el hecho de salir a por pan ya era una proeza. Realizó el entrenamiento tras una semana dura de acumulación de sesiones y kms, así como de duro trabajo y carga familiar (que se tradujo probablemente en un descanso inadecuado), pero pasó algo raro. Se esperaba ir muerto y sucedió lo contrario, su organismo respondió de forma sorprendente.
Él pensó que la causa podría estar en esos comprimidos que tomó antes de salir.
La realidad es que aún no confía lo suficiente en si mismo y pensó que no podría ser tan bueno como para tener esas sensaciones. Estaba equivocado, su buen hacer hasta ahora ha sido quien le ha propiciado el resultado.
Termino diciendo que he visto muy mucho a deportistas que toman ayudas de todo tipo pero luego descuidan totalmente otros aspectos muy importantes como el entrenar duro, el hacerlo correctamente, el descanso, la dieta y no “destruir” lo construido realizando “excesos”. En estos casos recomiendo que ahorren su dinero y sus salud.

Y poco más, porque de lo otro hay mucho que hablar y pocas ganas de escribir.

3 comments:

Alberto Cervantes said...

Magnífica entrada. Muchas gracias por compartir con todos tu sabiduría. dolor transit gloria aeterna est. Fuerza y honor¡¡¡

HECTOR said...

En que estaría pensando cuando puse lo de cataclismo muscular??
Está claro que el que andaba catabólico era yo...Jajaja

HECTOR said...
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