Wednesday, December 31, 2014

GOODBYE 2014. HI NEW YEAR!

Clica el vídeo y lee escuchando la música
 
Parece que es tiempo de vídeos con fotos, de músicas, de rememorar nuestras mejores carreras, nuestros momentos más recordados, ilusiones y sueños que han podido quedarse en el camino...
Las redes sociales "hacen su agosto" en estos días de lágrima fácil y emociones a flor de piel, ya que la Navidad y la despedida del año es algo que llevamos a fuego grabado en el tuétano de nuestros huesos...
Es difícil no clicar y ver el resultado...
Yo si creo que , tópicos aparte, es conveniente el hacer un background y nuestro propio y personal debrief para ver qué falló, que quedó sin terminar, qué sin empezar, qué cosas mejorar y también, claro está, saborear y deleitarnos con el sabor de una cerveza densa y fría mientras recordamos aquello que nos hizo feliz.
Esos logros, esas risas, esos besos y esos abrazos que nos hicieron seguir viviendo la vida intensamente y con ganas de superarnos en cada cuesta, cada vuelta de la esquina, buscando nuestra propia excelencia en lo personal.
Dando siempre nuestro 100% sin esperar nada a cambio...
Y es que este año 2014 que lleva impreso el día en el que vine al mundo, y que me ha resultado una cifra bonita, con armonía y carácter, no ha estado exento de esa mezcolanza que da color y variedad a nuestros días en la Tierra.
Me quedo con el momento más intenso que he vivido, que fue en la recta final del propio año, al regresar del despliegue en Somalia.
A veces pienso que me fastidia que sea mi trabajo quién condicione un poco mi vida y mis propios sentimientos, pero somos lo que somos y lo que hacemos, así que no parece lógico que renunciemos a nuestra propia esencia.
Como decía, esos días previos al reencuentro son comparables a la ilusión y el nerviosismo del niño que espera a Santa Claus o los Reyes Magos, son increíbles.
Y esos segundos (porque no es mucho más...) que preceden y que contienen el abrazo con los tuyos, allá bajo una farola en una calle oscura y mal iluminada, sin música, sin cámaras, con la soledad que ha vivido aquel que te despidió...
De una forma bastante sencilla y anónima y nada audiovisual, pero no por ello carente de la magia y la energía más poderosa de este mundo nuestro, que es el amor.
Esos momentos bien valen una vida de sacrificios y pesares.
Ese es el que me quedo.
Ese es mi vídeo de Facebook.
Mi entrada en el diario de la vida.
Mi post en el blog de mis temores, esperanzas e ilusiones.
Segundos que se pagan con desgaste, con dolor y con lágrimas..., pero solo nos queda poder vivirlos.
En lo deportivo no ha sido un año de victorias, ni de tatuajes, ni de marcas en el mango de mi espada.
Actuaciones modestas y mediocres en todo aquello que he acometido, bien por falta de dedicación o por asumir retos sin el necesario entrenamiento.
Estuve en la Isla y pese a que me estrellé estrepitosamente contra mis limitaciones, si es verdad que viví momentos únicos e irrepetibles con personas que considero amigos.
También he tenido la suerte de ser adoptado por este nuevo grupo y club deportivo que despegó a comienzos del año, con el que tantos entrenos y experiencias he compartido y que me han tratado como un igual.
Mi vuelta (nuestra vuelta) a nuestra Jaca, a nuestras montañas, a nuestros Mayencos, estrechando más los lazos de amistad que nos unen y reviviendo esa parte de nuestra propia identidad que nos une y ata a esa tierra y esas gentes.
También hubo malo, pena, dolor y tristeza.
Eso forma siempre parte de la vida.
Personas que se fueron...
Que lo hicieron silenciosamente...como Suso, a quien me imagino jugando al ajedrez y discutiendo con Hugo Chávez, o con el Che, llevando adelante su propia revolución, utópica y ridícula, pero suya al fin y al cabo.
Momentos duros y tensos.
Miedo...
Imágenes que reclaman parte de tu mente y que cada noche te visitan y te recuerdan que ya forman parte de tu mente hasta el final de los días.
Y poco más..., achaques de la edad, apatía en dosis controladas y mucha energía para seguir corriendo cada amanecer, disfrutando del sol en la piel, el viento en la cara y la lluvia mojando el cuerpo.
La nieve bajo los pies, la cima frente a tus ojos y el piolet clavado con fuerza en el hielo, como señal de que acometemos los desafíos con todo lo que tenemos dentro.
Con decisión...
Con rabia cuando hace falta...
Pero sin borrar la sonrisa de la cara.
Sin dejar de tender la mano, sin esperar nada de nadie y agradeciendo aquello que nos dan.
Viajes en coche, en barco, avión, helicóptero, a pie y en bici...
Música country en la radio...
Y así, casi sin darnos cuenta y siendo a la vez conscientes de cada segundo embutido en los 360 días pasados, nos deja este 2014.
Toca mirar al horizonte, recordar a los que no están...
Sinceramente no espero nada del 2015, porque se que lo que suceda dependerá en gran medida de lo que haga o deje de hacer. De mi propio sacrificio y dedicación.
De mi esfuerzo...
Terminamos corriendo, haciendo lo que más nos gusta.
Y así empezaremos.
Sin atajos...
Sin remilgos...
Dando las vueltas completas...
Siendo lo que somos y tratando de ser siempre lo mejor de nosotros.
Feliz año.

Hala pues!

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