Sunday, April 13, 2014

LOYALTY...

Lealtad es una palabra con peso específico, con carácter, digamos que es un concepto profundo, muy interno y especial.
Considerado un bien escaso, menospreciado a veces y mal identificado otras.
Lealtad es algo más que una idea, que quizá raya en la utopía debido al mundo en que nos desenvolvemos.
Me atrevería a decir de manera rotunda que es algo que se ve poco y es por ello que aquellos que gocen de la lealtad de sus semejantes, pueden considerarse seres agraciados.
Y en estos días donde parece que lo material supera a todo lo demás, se me antoja que se hace cada vez más difícil el hecho de valorar y apreciar la lealtad hacia nuestra persona.
Ahora bien, no debemos quedarnos en el mero concepto de lealtad entre dos o más individuos, sino realizar la necesaria introspección para poder atisbar la lealtad con nosotros mismos. 
Esa lealtad silenciosa y discreta que permanece en nuestro subconsciente es quizá el primer peldaño que debemos subir para que podamos considerarnos plenamente íntegros y secundados en lo que yo denomino nuestra esencia.
Y es que resulta complicado, a veces, ser leal a nuestros más simples principios, opiniones e incluso objetivos y proyectos.
Nos obcecamos por desear lo ajeno o perdernos en los entresijos de una idea, cuando lo realmente no es la idea en si sino el cómo afrontamos o vivimos la misma.
Ser leal con uno mismo requiere de autodisciplina, pero no de una férrea voluntad de vencer o instinto de superación de límites propios o de otros, porque, al fin y al cabo, rendimos cuentas con nuestra propia identidad.
Cambiamos de opinión cuando escuchamos a otros comentar cosas sobre algo en lo que no estamos de acuerdo al 100%, y lo hacemos empujados por esa extraña influencia de valorar lo que otros dicen por el menosprecio de lo nuestro propio.
Recurro mucho a decir que cuando somos capaces de cerrar los ojos y dedicarnos unos minutos de reflexión, es cuando, solo a nosotros mismos, podemos decirnos si realmente mantenemos esa integridad y lealtad a nuestra visión de la vida.
Ser leal no debe entenderse con ser obcecado, cabezón o intransigente, porque nadie media entre nuestra lealtad y el mundo.
Pero la lealtad requiere de compromiso, que es otro concepto que "cuesta" gestionar adecuadamente.

Sobre el MD de Sevilla no hay mucho que contar, aparte de que las personas con las que compartí la competición, además de ser grandes triatletas, demuestran tener esos rasgos que aprecio en mis semejantes. Los tiempos en si no los recuerdo bien, aunque me quedo con las sensaciones, ya que no fueron malas y que dictaminaron que las cosas se están haciendo relativamente bien de cara al Ironman de Lanzarote. Poco tiempo invertido en los entrenamientos y resultados relativamente razonables en función de lo invertido.
Pedir más, no sería justo..., ni leal.
Hala pueses!

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