INFLUENZA

Creo que en una ocasión escribí un post que llevaba el mismo título, las mismas sensaciones congestionadas y el malestar general tanto físico como mental de cuando uno se encuentra enfermo o medio enfermo.
No sé que fue lo que me sucedió ayer, pero en cuanto llegué a casa tras correr el Duatlón de San Fernando, recogerlo todo y comer con los amigos, mi cuerpo, que sujetaba la plancha con una mano, estalló en una continua serie de estornudos y goteo acuoso incesante, que me dejó casi listo de papeles.
El maratón de planchado se realizó, como no podía ser de otra forma, pero el malestar fue "increscendo" a la velocidad del rayo.
Fue casi como un brote de rinitis alérgica a lo bestia y como hacía tiempo que no tenía...
Ya no se si sufro gripe A, resfriado o catarro, pero empiezo a sospechar que los virus han acabado haciendo mella en mi salud de forma plausible. Y ya van casi dos semanas así...
La sensación de ahogo es importante cuando corro y trato de exprimirme un poco, al igual que cuando pedaleo en la bici.
Quizá en el agua no lo note tanto por aquello de que el húmedo ambiente de la piscina favorece el moqueo y la limpieza de las vías respiratorias. Además, habría que añadir que mis ritmos en el agua no son tan agónicos como sucede en la tierra.
Con todo ello ha sido semana de tests en carrera y natación, quedando contento en uno y satisfecho en otro, reflejo de lo que se ha trabajado. Ni más ni menos, lo comido por lo servido.
No niego que, ocasionalmente, me asalta el pensamiento o la visualización de mi persona compitiendo a un nivel algo por encima del que en realidad tengo, siendo los propios resultados tanto en las pruebas de campo, como en las competiciones, las que designan, sin lugar a dudas, el estado actual y el rendimiento.
Tras una semana "fácil" a nivel de trabajo, permitiéndome realizar algunos entrenamientos en la mañana (aunque teniendo que madrugar algo más), ha sido la salud quien ha contribuido de manera negativa, a ser la nota discordante y la excusa perfecta para justificar los resultados deportivos.
Esta semana la cosa tenderá a complicarse en el laburo y , por consiguiente, introducir matices de estrés a la hora de entrenar. Nada que no sepamos ya y a lo que no estemos habituados.
Finalmente la enfermedad me doblegó y lo hizo a lo grande, como no podía ser de otra forma, ya que desde el lunes hasta hoy mismo, que empiezo a ver algo de luz, he estado literalmente, destrozado por este virus.
No hay mal que por bien no venga y me ha coincidido en una semana de recuperación, donde entiendo que no afectará en demasía el hecho de perder diferentes sesiones.
El grado de estrés o preocupación suscitado por esta situación no es mucho, así bien, tampoco es que pueda afirmar que sea nulo. Considero que el justo.
Como datos destacables está la reciente participación en el III Duatlón de San Fernando, donde conseguí terminar en una plaza nº 28 y rozando casi la barrera de la hora en la parada del crono. No voy a decir que mi estado "pre-enfermizo" me hizo rendir menos, ya que creo que lo que di es lo que había. La prueba fue muy divertida, ya que todo lo que sucede a estas velocidades, lo es. La organización de la misma fue acertada, tanto en desarrollo como elección de circuitos, dejando de manifiesto el gran trabajo realizado por Javi y Raimon.
Y ahora que consigo burlar nuevamente las garras de la enfermedad y que poco a poco amanezco a un estado más bonacible, me replanteo el resto de la semana donde tengo tareas pendientes del proyecto, tanto en forma de test como de recopilar todo lo realizado la semana pasada. Aprovecharé esta pausa laboral para tratar de ponerme al día en la parte ofimática, dejando que la nueva carga de trabajo me dificulte la posibilidad de entrenar y , por ello, me ayude a no forzar la máquina en demasía hasta estar recuperado.
La media maratón del domingo no sé aún cómo me la debo tomar, ya que debo priorizar mis recursos para la maratón de Sevilla.
Eso sí, en mi mente siguen dibujándose los contornos y las aristas de las montañas que esperan para ser coronadas, buscando en ellas ese algo indescriptible que nos hace seres salvajes e inconformistas.
Y ahí seguimos con nuestras cosas...