Friday, January 03, 2014

CRUISING SPEED

Parece mentira pero es cierto de que el año 2013 nos dejó de forma rápida. Casi como llegó a nuestras vidas se consumió como la pólvora de una mecha.
Parece ser que el 13 es número maldito y de malos augurios. Me consta de que así lo ha sido para muchos, pero no se puede ni debe ocultar el hecho de que ha sido año de esperanza e ilusión para otros muchos que por una causa u otra han reconducido su vida y han recogido frutos.
Hablar de la situación de nuestro país, de cómo se encuentra nuestra sociedad en estos momentos o de cómo nos afecta todo lo que está sucediendo en el Mundo, es casi imposible, al menos para mí.
Pero no van por ese camino mis comentarios en este post, sino que trato de hacer un rápido flashback de lo que este año dejó y de lo que quiero que sea el 2014.
Enero de 2013 comenzó para mí rodando con la cabra por la carretera de los cocodrilos, motivado e ilusionado por todo lo que tenía que llegar.
Me fui a Somalia en febrero, donde además de vivir una experiencia profesional muy grata, experimenté otra personal mucho mayor, forjando vínculos estrechos con compañeros de trabajo y conociendo gente increíble en una profesión donde nunca dejo de sorprenderme. Tenía asumido que había gastado mis flechas o que ya no me quedaban cartuchos que disparar, pero estaba muy equivocado al respecto. Me alegro por ello pues!
Con el jaleo este del despliegue en Somalia, me regalan la posibilidad de mantener mi inscripción para el Ironman de Lanzarote para el 2014, volviendo a darme de bruces con un nuevo ejemplo de humanidad y de confirmar de que aún existen personas con buen corazón. Consigo que la franquicia Ironman me guarde la plaza para el año siguiente.
Paralelamente a esto, en Tanzania, una vida se me escapa de las manos en mi propia cara y ante compresiones torácicas e insuflaciones de aire que trajeron complicaciones más adelante. Compruebo en primera persona, que la vida en África no vale nada.
El reencuentro con la familia es siempre increíble y creo firmemente que si esos momentos no fueran tan potentes y maravillosos, no podría seguir con estas idas y venidas acompañadas de largas ausencias.
Sin solución de continuidad y apenas horas después de haber llegado de Somalia empiezo a impartir un nuevo curso de Nadadores de Rescate, volviendo a realizar algo con lo que disfruto muchísimo, pero que prácticamente me priva de mi permiso tras el despliegue.
Me reencuentro con el deporte y la competición en Huelva en un 1/2 IM que me demuestra que todo el trabajo realizado a bordo del Rayo ha tenido fruto.
Algunas pruebas se cruzan en mi camino, como el Tri de Chiclana o el 1/2 Ironman de Jonathan, mostrando que falta kilometraje a espuertas para acometer el Iberman.
Vacaciones en mis Islas, con boda y preparativos, disfrutando de la familia y de la tierra.
Ya de vuelta en la Península Guadalajara me hace repetir y constata la falta de forma, pero poco margen queda para remediar nada.
Comparto salidas con los amigos del Triatlón de San Fernando, comparto ilusión, nervios y temores.
Llega la gran cita que vuelve a juntar a un grupo de chiflados del deporte y donde la distancia mítica de los 226kms me golpea en la cara y me baja hasta la realidad de mi ser, viviendo una de las experiencias deportivas más desagradables y frustrantes que he tenido, pero que me dan un baño de humildad, consiguiendo que aprenda un poco más de mi.
Prácticamente termina la temporada de Triatlón pero comienza la de carreras por montaña, haciéndolo con un Ultratrail de 120kms en el Valle del Genal.
Mientras, a nivel profesional he comenzado a realizar el curso para el ascenso a Brigada y que me obliga a invertir horas en el estudio. Menos tiempo para entrenar...
Tomo parte en varias carreras de montaña, llegando a correr el Campeonato de Andalucía de carreras por montaña en distancia maratón.
Gano el NAVSTA Duathlon en un Columbus day, donde juego al despiste y hago malabares para ausentarme momentáneamente del curro, un día donde la participación fue de muy poco nivel.
Me animo a participar en el Campeonato de España de Duatlón Cross con los miembros de mi Club, viviendo algo diferente por la ilusión de sentirme de verdad parte de un equipo y descubriendo algo que casi parece otro deporte.
Casi todos los fines de semana me veo envuelto en una competición, en un viaje, en una aventura....
Comienzo el proyecto de Triatlón de la mano de Ricard Pérez, ilusionado y con muchas ganas de aprender cosas nuevas y cómo entrenar de forma correcta.
Llegan tiempos de gran volumen de trabajo en mi destino, a lo que se le suma la participación como instructor en el SERE. Vuelvo a reencontrarme con lo que soy en el fondo, un soldado.
Las dos semanas de curso, pese a no poder entrenar apenas, fueron gratificantes al 100%.
Conseguimos sacar adelante y a un muy alto nivel la media maratón pirata de Ale, demostrando la capacidad que tiene de movilizar a las personas, HACIENDO QUE DEN LO MEJOR DE SI MISMAS. Un día increíble donde el mayor éxito fue recaudar dinero para una causa muy noble.
Más trail running y despedida del año haciendo deporte y volviendo a la montaña.
Creo que esa velocidad de crucero ya está prácticamente conseguida, y que toca ahora mantenerla para que no decaiga el entrenamiento.
Empiezo a notarme físicamente bien, quizá no muy bien, o no mejor que otras veces, pero indudablemente si creo estar disfrutando más que nunca de todo lo que hago. Por eso lo hago.
Últimamente repito mucho la frase de que : me da igual hacer una hora más en el Ironman, pero prefiero disfrutar con estas cosas que hago y no privarme de ellas.
No es falta de compromiso, ni una excusa, porque sinceramente es lo que creo de verdad.
A todos, lo mejor para el 2014, nos vemos en el mar, en la carretera......o en la montaña.
Hala pues!

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