Saturday, October 15, 2022

ADRIFT

 He navegado por tantos mares y  océanos .

Millas interminables que acababan regalando las puestas de sol más increíbles, los colores más tenues, los rojos más tostados.

Aguas calientes y quietas como el vidrio, que reflejaban el cielo, las nubes, el azul, el gris...

He navegado por mares convulsos, que arreciaban espuma y viento, sal, humedad y frío. Mares que formaban montañas gigantes que sucumbían a su propio movimiento.

Y así me encuentro ahora, en medio de un océano que no anuncia tierra firme, una costa, un pedazo de roca flotando o una pequeña isla donde arribar cuando, exhausto, no puedes mantenerte a flote y necesitas descansar.

Somos lo que nuestros actos dicen de nosotros, ya que por mucho que queramos adornar con palabras nuestra existencia, solo los hechos que nos preceden, pueden hablar de manera objetiva sobre nuestro papel en la vida. Nuestras acciones, meditadas o no, justas o crueles, involuntarias o planeadas, llevan asociadas el peso de la responsabilidad, el hecho de que cualquier acción tiene como consecuencia una reacción.

No podemos manipular nuestro entorno y esperar que los cambios no nos afecten o tengan consecuencias sobre nosotros. No debemos asumir responsabilidades que se escapan a nuestro control y que pueden volverse en nuestra contra por una mala gestión de nuestros sentimientos, deseos o decisiones .

Y sigo flotando en el más vasto de los océanos, donde la calma no mueve una mísera gota de aire, donde no hay olas, ni peces, ni barcos lejanos que cortan el agua. Flotando solo, perdido y confuso, tratando de decidir hacia dónde está el Norte, hacia donde nadar para poder llegar a la orilla de la serenidad.

Nos enseñan a asumir nuestras responsabilidades, a tener paciencia y serenidad para aceptar las cosas que no podemos cambiar, fuerza para cambiar todo aquello que si podemos pero no estoy seguro de poseer la sabiduría necesaria para reconocer la diferencia.

Y mientras, sigo flotando...

Tengo frío...


No comments: