Friday, December 06, 2013

S.E.R.E.

Supervivencia, Evasión, Resistencia, Escape.
Son palabras que suenan vacías cuando el que las pronuncia no ha sufrido las vicisitudes de quien se ha visto sometido a una situación desesperada en un entrono hostil o potencialmente hostil y bajo la amenaza de la muerte, la tortura y el conocimiento de no volver nunca más a casa...
Desde que en el año 2008 cambié mi perfil de carrera introduciéndome en este mundo aeronáutico y de la aviación naval, han sido muchos los obstáculos que me ha tocado superar, aunque sin duda alguna el más duro de todos fue dejar mi querida Unidad y lo que hacía como soldado de las Fuerzas Especiales, para convertirme en un mantenedor de helicópteros navales.
No cabe duda de que la parte que afecta al desarrollo técnico para el desempeño de mis nuevos cometidos también ha sido exigente, pero en un sentido más intelectual que psicofísico.
A día de hoy esa formación/progresión sigue viva y creciendo, ya que se abarcan tantas cosas en este trabajo que lleva implícito el convivir con los manuales, publicaciones, boletines técnicos, etc, para no quedarse , digamos..., descolgado.
La institución de la que formo parte tiene la ventaja (o el inconveniente, según se mire..), de que se deben asumir diferentes "gorras" y por ende, cometidos que, si bien guardan relación, en ocasiones son muy variados o dispares.
Una de esas gorras que he tenido la suerte de disfrutar y seguir haciéndolo es la de Nadador de Rescate, donde, en cierta manera me obligo a no perder parte de aquel brillo de los ojos del soldado de la U.O.E. que , a día de hoy, me sigo considerando.
Con el tema del rescate llegaron los cursos de Nadadores, donde con la ayuda de otros camaradas, hemos conseguido aumentar notablemente la calidad de la formación impartida hasta la fecha.
Paralelamente a todo esto ha estado el SERE, que si bien a día de hoy no es oficialmente un curso, esperamos que para el próximo año lo sea.
En este último colaboro activamente desde hace cuatro años, haciéndolo con mucha ilusión porque he descubierto que la formación y la enseñanza militar es algo que me gusta mucho.
Me considero experimentado en todo lo que tratamos en este curso de supervivencia y técnicas especiales que se imparte a las tripulaciones aeronavales para poder ser recuperadas en caso de derribo.
En esta ocasión no ha sido diferente, aunque quizá si algo más intensa debido al reducido número de profesores para cubrir todos los aspectos que engloban el curso: aspectos logísticos, coordinaciones con unidades colaboradoras, conferencias, prácticas, etc.
Ha sido un desafío importante porque lo más duro ha sido luchar contra un sistema acomodado que no sabe y nada quiere saber de otras cosas diferentes al guión interpretado durante tanto tiempo. Eso, sin duda, ha sido lo más desgastante.
Han sido días donde he repetido mucho la frase de que no quería ayuda ni sonrisas, aunque si venían las agradecería, pero que , por lo menos no me colocaran palos en la rueda o trataran de boicotear aquello que me proponía a realizar.
De nuestros doce alumnos, nos quedamos con nueve por diferentes causas que no vienen al caso, demostrando la gran mayoría una gran capacidad y soltura para desenvolverse en entornos para nada familiares a su normal way of working.
Pese a que en algún momento han podido existir ciertas diferencias o puntos de vista, creo que el resumen final es muy positivo, ya que de todo y todos se aprende, yo el primero.
Estos nueve leones han pasado frío, algo de soledad, quizá temor o miedo, confianza en sus capacidades y como no, dudas en ellas también.
Trabajar para ellos a jornada completa, teniendo una gran responsabilidad en muchas ocasiones, velando por su seguridad y por darles un programa completo y actualizado, ha sido extenuante (más para ellos que han sido los sufridores), pero mucho más gratificante.
El trabajo de equipo que hemos realizado los miembros del equipo de dirección y la compenetración conseguida, señal de que estábamos sintonizados en la misma frecuencia, ha resultado ser  lo mejor de esta experiencia.
Pequeños inputs como este son los que hacen que no termine durmiéndome y acomodándome, tratando de mantenerme actualizado y desarrollando esas cosas por las que elegí este trabajo.
A los que confiaron en mi y a los que pacientemente me escucharon y siguieron mis indicaciones, solo puedo darles las gracias.
Gracias a todos pues!
Ya pensamos en el próximo.

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