La presión a la que se ven sometidos los deportistas puede llegar a ser incapacitante, psicológicamente lesiva, frustrante, negativa, destructiva....
Esta misma presión puede, sin embargo, ser buena, una ayuda, un empuje, un extra...
Los deportistas aficionados, entre los que me incluyo, solemos sentir momentos puntuales de presión deportiva, que responde a muchas causas.
No voy a tratarlas ahora ni enumerarlas, porque no la estoy sintiendo en absoluto y es eso lo que realmente necesito destacar.
La ausencia de presión.
Podría pensarse que esta actitud responde al conformismo, a la ausencia de objetivos exigentes, un poco al pasotismo, al acomodamiento....
Pero no es el caso. Al menos no es hoy.
Mañana vuelvo a competir, enfrentándome al triatlón de la ciudad de Chiclana, en su edición número XXVI y donde comencé a practicar este deporte.
La nueva versión de la carrera en distancia olímpica quizá le da un plus de motivación, un enfoque diferente y , por consiguiente, un cambio en la actitud a la hora de afrontarlo.
El camino hacia el Ironman el próximo día 5 de octubre no ha sido como me hubiera gustado y no queda tiempo de construir nada más, pero si de destruir mucho de lo poco conseguido.
Las opciones que quedan son pocas, donde la confianza en las rentas juega un papel importante, que trato de compaginar con toques de calidad, bien con entrenamientos cortos e intensos y , en el caso de mañana, competiciones no muy largas y disputadas con toda la velocidad posible.
El hecho de emplearlas como pruebas puente, les confiere un carácter de entrenamiento, test o similar, donde el resultado queda un poco en segundo lugar y se trata de conseguir buenas sensaciones en carrera.
En mi caso, la intención mañana es conseguir velocidad, toda la que me sea posible, de forma que me sirva para el Iberman. Trataré de nadar muy rápido, al menos todo lo rápido que pueda, aguantar en un buen grupo de bici si es posible, para volver a correr el 10.000 a todo lo que sea capaz.
La llegada el otro día de Javi Gómez Noya es una buena inspiración para tratar de reproducir, a mi nivel por supuesto, un momento similar.
No son objetivos de tiempos pero si de intenciones y sensaciones y lo mejor es que , precisamente por el hecho de tomarlo como un entrenamiento, no me siento presionado por nada ni por mi mismo.
Veremos pues, si en este caso, la ausencia de presión se pone de mi parte y lo digo sin pretender nada de más que mi dedicación e inversión hasta la fecha pudiera ofrecerme. Tan solo lo justo en medida al esfuerzo realizado.
Veremos..., veremos pues!
Esta misma presión puede, sin embargo, ser buena, una ayuda, un empuje, un extra...
Los deportistas aficionados, entre los que me incluyo, solemos sentir momentos puntuales de presión deportiva, que responde a muchas causas.
No voy a tratarlas ahora ni enumerarlas, porque no la estoy sintiendo en absoluto y es eso lo que realmente necesito destacar.
La ausencia de presión.
Podría pensarse que esta actitud responde al conformismo, a la ausencia de objetivos exigentes, un poco al pasotismo, al acomodamiento....
Pero no es el caso. Al menos no es hoy.
Mañana vuelvo a competir, enfrentándome al triatlón de la ciudad de Chiclana, en su edición número XXVI y donde comencé a practicar este deporte.
La nueva versión de la carrera en distancia olímpica quizá le da un plus de motivación, un enfoque diferente y , por consiguiente, un cambio en la actitud a la hora de afrontarlo.
El camino hacia el Ironman el próximo día 5 de octubre no ha sido como me hubiera gustado y no queda tiempo de construir nada más, pero si de destruir mucho de lo poco conseguido.
Las opciones que quedan son pocas, donde la confianza en las rentas juega un papel importante, que trato de compaginar con toques de calidad, bien con entrenamientos cortos e intensos y , en el caso de mañana, competiciones no muy largas y disputadas con toda la velocidad posible.
El hecho de emplearlas como pruebas puente, les confiere un carácter de entrenamiento, test o similar, donde el resultado queda un poco en segundo lugar y se trata de conseguir buenas sensaciones en carrera.
En mi caso, la intención mañana es conseguir velocidad, toda la que me sea posible, de forma que me sirva para el Iberman. Trataré de nadar muy rápido, al menos todo lo rápido que pueda, aguantar en un buen grupo de bici si es posible, para volver a correr el 10.000 a todo lo que sea capaz.
La llegada el otro día de Javi Gómez Noya es una buena inspiración para tratar de reproducir, a mi nivel por supuesto, un momento similar.
No son objetivos de tiempos pero si de intenciones y sensaciones y lo mejor es que , precisamente por el hecho de tomarlo como un entrenamiento, no me siento presionado por nada ni por mi mismo.
Veremos pues, si en este caso, la ausencia de presión se pone de mi parte y lo digo sin pretender nada de más que mi dedicación e inversión hasta la fecha pudiera ofrecerme. Tan solo lo justo en medida al esfuerzo realizado.
Veremos..., veremos pues!
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