Tampoco es que pueda decirse que arrasé con los trozos de pizza, aunque si que lo hice con la fruta.
Año tras año desde que corrí aquí por primera vez con Pablo, mi mentor, allá por el año 1999, cuando mi vieja (aunque por aquellos días era nueva) Cannondale Caad 2.8 rodaba alegre y ligera, me ha gustado acudir a la cita que organiza el Tío Sam en la Base.
Recuerdo años en los que no éramos más de 20 triatletas y donde el poderío USA destacaba por encima del producto nacional (aunque Pablo siempre fue de los que destacaban).
Año tras año he vuelto siempre que he podido.
Algunos, los que menos, luchando en la cabeza...
Otros, los que más, metido en plena marabunta...
Todos ellos bien disfrutados.
Este año fue igual, porque la prueba en si, por el marco donde se celebra y la forma de hacerlo no defrauda nunca.
Prueba barata (aunque en sus comienzos era gratis y luego se mantuvo varios años en aquellos simbólicos 5$), pero muy divertida y segura por el entorno donde se realiza.
Carreteras muy anchas, sin tráfico, llanas y con giros cómodos.
Aguas relativamente tranquilas y cálidas.
Es cierto que algunos años la afluencia de triatletas ajenos al entramado militar ha sido más que notable, bien por aquello del militar que invita a sus camaradas, miembros del club, amigos, etc...
Este año fue uno de esos años, aunque también es cierto de que lo fue de mucho estadounidense que se apuntaba a la moda de probar a hacer un triatlón. Y es que este deporte sigue creciendo sin parar y no pierde ese aire de desafío que aún mantiene desde cuando allá por los 80's se batieron el cobre unos locos en Hawaii.
Con muy buena temperatura ambiente, un viento suave del W y una temperatura del agua más que placentera, se celebró la no se qué edición de este triatlón.
Personalmente y tras haberme llevado tres días en la cama esta semana, mis expectativas no iban más allá del mero disfrute con matices de esfuerzo.
Comprobé, nuevamente, que he perdido lo poco o nada que tenía ganado nadando, ya que salí muy mal colocado del agua.
Esto derivó en la dificultad de acoplarme a un buen grupo de bici y me hizo estar todo el segundo segmento en modo caza, con el consiguiente desgaste.
Me llevé la bici de ruta, que pese a su desarrollo más cómodo, no dejó de infligirme ardor en las piernas.
Casi al final del segmento conseguí conectar con un grupo pero que debido a un fallo de interpretación del recorrido se desmembró.
Me bajo para tratar de correr el 5.000 por debajo de 4'/km.
Lo consigo.
Mi tercer segmento fue un caza literal de todos aquellos que tuve en mi punto de mira y que no pude alcanzar sobre las dos ruedas, pero que quedaron atrás a dos patas....
Algunos obtuvieron tanta renta que me fue imposible alcanzarlos en una distancia tan corta.
Del grupo que fuimos de San Fernando, destacaron el ganador Rafa, que demostró su gran estado de forma y potencial, aunque Ernest hizo también un gran papel cerrando el Top 10.
José Ignacio estuvo delante también con ese polvo de lava que le dura de Lanzarote, seguido siempre por Alberto que le recordó los minutos que le había sacado.
Los Tres Amigos, Adolfo, Juande y Arturo lo pasaron bien y volvieron a picarse entre ellos.
Al final, como siempre, la pizza no decepcionó y el día tampoco.
Durante la ceremonia de entrega de trofeos estuvimos divagando sobre la posibilidad de hacer un prueba similar o incluso olímpica dentro de la Base. Tan solo requiere de un poco de suerte para que te autoricen y algo más de ganas para organizarlo todo.
Por la tarde primer día de playa oficial y natación suave para eliminar residuos.
A ver si poco a poco consigo ponerme a entrenar más en serio.
Hala pues!
Año 1999, nada que ver con lo de este sábado...Aunque el Look Faris se volvió a ver......
Año tras año desde que corrí aquí por primera vez con Pablo, mi mentor, allá por el año 1999, cuando mi vieja (aunque por aquellos días era nueva) Cannondale Caad 2.8 rodaba alegre y ligera, me ha gustado acudir a la cita que organiza el Tío Sam en la Base.
Recuerdo años en los que no éramos más de 20 triatletas y donde el poderío USA destacaba por encima del producto nacional (aunque Pablo siempre fue de los que destacaban).
Año tras año he vuelto siempre que he podido.
Algunos, los que menos, luchando en la cabeza...
Otros, los que más, metido en plena marabunta...
Todos ellos bien disfrutados.
Este año fue igual, porque la prueba en si, por el marco donde se celebra y la forma de hacerlo no defrauda nunca.
Prueba barata (aunque en sus comienzos era gratis y luego se mantuvo varios años en aquellos simbólicos 5$), pero muy divertida y segura por el entorno donde se realiza.
Carreteras muy anchas, sin tráfico, llanas y con giros cómodos.
Aguas relativamente tranquilas y cálidas.
Es cierto que algunos años la afluencia de triatletas ajenos al entramado militar ha sido más que notable, bien por aquello del militar que invita a sus camaradas, miembros del club, amigos, etc...
Este año fue uno de esos años, aunque también es cierto de que lo fue de mucho estadounidense que se apuntaba a la moda de probar a hacer un triatlón. Y es que este deporte sigue creciendo sin parar y no pierde ese aire de desafío que aún mantiene desde cuando allá por los 80's se batieron el cobre unos locos en Hawaii.
Con muy buena temperatura ambiente, un viento suave del W y una temperatura del agua más que placentera, se celebró la no se qué edición de este triatlón.
Personalmente y tras haberme llevado tres días en la cama esta semana, mis expectativas no iban más allá del mero disfrute con matices de esfuerzo.
Comprobé, nuevamente, que he perdido lo poco o nada que tenía ganado nadando, ya que salí muy mal colocado del agua.
Esto derivó en la dificultad de acoplarme a un buen grupo de bici y me hizo estar todo el segundo segmento en modo caza, con el consiguiente desgaste.
Me llevé la bici de ruta, que pese a su desarrollo más cómodo, no dejó de infligirme ardor en las piernas.
Casi al final del segmento conseguí conectar con un grupo pero que debido a un fallo de interpretación del recorrido se desmembró.
Me bajo para tratar de correr el 5.000 por debajo de 4'/km.
Lo consigo.
Mi tercer segmento fue un caza literal de todos aquellos que tuve en mi punto de mira y que no pude alcanzar sobre las dos ruedas, pero que quedaron atrás a dos patas....
Algunos obtuvieron tanta renta que me fue imposible alcanzarlos en una distancia tan corta.
Del grupo que fuimos de San Fernando, destacaron el ganador Rafa, que demostró su gran estado de forma y potencial, aunque Ernest hizo también un gran papel cerrando el Top 10.
José Ignacio estuvo delante también con ese polvo de lava que le dura de Lanzarote, seguido siempre por Alberto que le recordó los minutos que le había sacado.
Los Tres Amigos, Adolfo, Juande y Arturo lo pasaron bien y volvieron a picarse entre ellos.
Al final, como siempre, la pizza no decepcionó y el día tampoco.
Durante la ceremonia de entrega de trofeos estuvimos divagando sobre la posibilidad de hacer un prueba similar o incluso olímpica dentro de la Base. Tan solo requiere de un poco de suerte para que te autoricen y algo más de ganas para organizarlo todo.
Por la tarde primer día de playa oficial y natación suave para eliminar residuos.
A ver si poco a poco consigo ponerme a entrenar más en serio.
Hala pues!
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