Friday, December 07, 2012

LA CAJA DE PANDORA

La historia de Pandora y su famosa caja se enmarca dentro del mito de Prometeo, que robó el fuego a los dioses para entregarselo a los hombres, según nos cuenta la mitologia griega.
La historia de Pandora es una venganza de Zeus como parte de un castigo a Prometeo por haber revelado a la humanidad el secreto del fuego.
Si abrimos la caja, saldrán los males y los truenos....
Buen símil que podemos aplicar (al menos yo lo hago), cuando una necesidad (normalmente imperiosa) nos obliga a descubrir o indagar sobre asuntos que nos conciernen o afectan.
Suele ser como el hecho de tirar de ese hilo que tenemos suelto en la camisa y que no hace más que crecer y crecer en su longitud a la vez que nos deshilacha completamente la prenda...
Muchas veces digo que es preferible vivir en una semi-ignorancia para no tener que tomar acciones o decisiones que nos desagradan y es que en el fondo nuestro lado más humano es reacio a todo aquello que representa un mal, un problema o una enfermedad. Máxime si somos los afectados.
Llevo parado (bueno! en lo que se refiere a esto del correr a pie, porque no puede decirse que me he estado quieto) cerca de 20 días.
La decisión la tomé porque no puedo seguir tensando una goma que amenaza con romperse ocasionando con ello, un mal irreparable.
Debemos disfrutar de la práctica deportiva con salud, porque de lo contrario lo que hacemos no es cuidar y tonificar nuestro cuerpo, sino contribuir a su destrucción.
Si soñamos con ser ese viejecito que va a las carreras, que termina ironmanes, que sigue desafiando a la distancia bien sea por mar , tierra o aire, si queremos ser como él, debemos cuidar nuestro cuerpo, ya que solo disponemos de uno.
Lo de las siete vidas es para los gatos.
Un año sufriendo los mordiscos de mi piramidal izquierdo, ignorándolo, maltratándolo y  mortificándolo, han hecho que el problema se extienda como mancha de petróleo sobre el mar, que acaba llegando hasta la más pequeña de las playas...
Tomamos la desición de parar y ya queremos empezar de nuevo. Nos exigimos una disciplina inquebrantable, pero no somos rigurosos con los cuidados. Nos gastamos 3.000 euros en una bicicleta y no invierto 75 en hacerme un estudio biomecánico para sacarle el máximo rendimiento.
Lo sabemos pero seguimos obviándolo. Nos dejamos "embaucar" por las modas, por la tecnología, por la corriente consumista, de manera que si en un entrenamiento mi GPS no ha registrado bien, mi IPOD no tenía batería o mi medidor de potencia no reflejaba lo que yo deseaba, lo damos por malo, por un día fallido cuando no perdido.
Ayer escuché estas palabras y desde que lo hice no han dejado de revolotear en mi cabeza dura de corcho y rellena de serrín mojado de sudor: -¡Hay que ver la cantidad de metros de ejercicios de técnica que hacemos nadando y por el contario los pocos o nulos que hacemos corriendo!
Me compro unas zapatillas de 150 pavos pero no se cómo tengo la pisada, o cómo se mueven mis piernas.
Está claro que allá dónde no estamos a gusto, permanecemos poco tiempo.
Aquello que no nos gusta hacer, lo que no nos divierte, lo que nos cuesta o lo que nos recuerda nuestras carencias, lo evitamos. En cierta manera es lógico, ¿no?
Pero si nos dejamos llevar por esa corriente estamos violando el principio de potenciar nuestras debilidades, nos engañamos o simplemente nos estamos limitando al no progresar o mejorar esos aspectos que tenemos trastocados, debilitados o simplemente olvidados.
Así no podremos conseguir la excelencia en el deporte.
Y no hablo de la excelencia como el hecho de estar por encima del resto, sino a la capacidad de llegar a lo más alto que nuestra genética, trabajo y esfuerzo sean capaces de llegar. Hasta nuestro máximo rendimiento como deportista (indistintamente de los resultados obtenidos).
Pero , claro está, cuando hablo de excelencia, esta debe ir de la mano de la salud, para evitar lesiones que frenen, retrasen o detengan de forma definitiva nuestra capacidad de mejora.
Después de muchos años haciendo deporte (aunque para ser sincero, menos años haciendo deporte de forma digamos más....seria?, sí! puede valer......), me he decidido a abrir mi caja de los truenos en lo que se refiere a un estudio biomecánico de mi pisada y forma de andar y correr.
Por qué lo he hecho?, para buscar mejoras y capacidades desaprovechadas hasta el momento?, no!
Lo he hecho porque estoy lesionado y estoy lesionado porque no he sabido/querido escuchar a mi cuerpo y cuando lo he hecho ha sido tarde.
Me hice un estudio de la biomecánica de cintura para abajo y creo que he dado con alguien que sabe lo que hace y lo que dice. Curiosamente es triatleta también y sabe qué es lo que hacemos y lo que no.
Sin duda antes de ir a él ya sabía que había alguna tara (así se lo dije), que precisamente era la que ocasionaba las molestias del piramidal y del psoas.
Ahora que se cual es mi problema, debo poner remedio (eso va e marcha) y recuperar el daño ocasionado, que si bien no es grave ni incapacitante, si es molesto y puede convertirse en algo serio.
A veces me viene la idea a la cabeza (sí! a esa de corcho y serrín) de hacer caso omiso del sentido común y salir a correr como antes, a exprimirme y a tratar de recuperar el tiempo perdido.
¿O ha sido tiempo ganado.....? El tiempo lo dirá.
Espero hacer lo correcto y que la pérdida no sea excesiva.
Es complicado, porque no se trata de salir hoy y correr todos los kilómetros que he dejado de hacer mientras he estado parado.
La bici y el nadar han seguido en activo. Tanto como el laburo me ha permitido.
Seguiremos las pautas y trataremos de recuperarnos lo antes posible.
Ya veremos qué sale.
 

1 comment:

Sufridorpuntocom said...

Con calma, sin prisas pero sin pausas.
Tu sigue con la piscina y la bici que aunque estes un gran tiempo sin correr, el cuerpo es sabio e incluso tres meses despues recuerda.
Casi tres meses en Ludina (seguro que el nombre te suena) y con solo 20 dias de entreno estaba corriendo los 18 km de la Pyrinea triatlon a 4'40''/km, no es mucho, pero tampoco es poco.
Descansa y recupera. Un saludo